sábado, 9 de julio de 2011

Rol, parte XXX (por Leti)

El capitán se separó de ella rápidamente.
-Lo siento, lo siento yo…- se marchó nervioso del camarote de Julia sin dar mayor explicación y se dirigió al suyo. Mientras dejaba a Andrea con una media sonrisa maliciosa.

El camarote de Ricardo estaba oscuro. Le costaba andar sin chocarse con los enredos que su hija, Valeria, había dejado por todo el habitáculo. Iba muy poco a poco, porque no quería despertar ni a su hija ni a Julia. Julia...Ricardo no se creía que estaba durmiendo en su cama. Se acercó sigilosamente para comprobar que Valeria estuviese durmiendo y la encontró enredada en las sábanas profundamente dormida. Su cabello rubio estaba un poco despeinado y lo tenía tapándole la frente. Ricardo se lo apartó con cuidado, la besó suavemente y le acarició la cabeza con cariño. 
- ¡Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrauhghghgggggggggggg, grrrrrrrrrrrrrrrrrauhgggggggggg!

En ese momento escucho un ruido enorme, un ronquido. No podía creer lo que escuchaban sus oídos. Cómo el cuerpecito de Julia podía provocar semejante estruendo. 

- ¡Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrauhghghgggggggggggg, grrrrrrrrrrrrrrrrrauhgggggggggg!

Acto seguido, volvió a escuchar otro ronquido sino igual más fuerte que el anterior. Rápidamente miró a Valeria, pero dormía plácidamente. Ricardo no daba crédito a lo que estaba pasando. ¿De verdad podía dormir ante semejante máquina de ronquidos? Se aproximó, con el mismo cuidado que cuando había entrado, a su cama y vio el bulto de Julia completamente tapado por las sábanas, solo se veía un poco de su pelo.

- ¡Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrauhghghgggggggggggg, grrrrrrrrrrrrrrrrrauhgggggggggg!

Ricardo apartó un poco las sábanas y se metió cuidadosamente dentro. Aunque no sabía muy bien cómo iba a soportar aquello.

Pasó una hora, Ricardo pensó que él aguantaría todo por ella, todo.
Pasaron 2 horas pero él no podía más. Se levantó de la cama muy mosqueado y a la vez apenado y salió de la habitación.

3 horas antes aprox.

Julia no iba a dormir con ese niñato. Así que se despidió de él y convenció a Valeria para que se durmiese antes de irse ella. Una vez dormida, salió del camarote del capitán y se dirigió al suyo a dormir allí con Andrea. Mejor con ella que con él. Se acercó despacio pero su puerta estaba entreabierta, así que esperó fuera pero sin querer, escuchó lo que hablaban. Ricardo estaba con Andrea. Y luego… el beso. Julia no podía creerlo, en el momento en que vio eso salió corriendo hacia cubierta. No sabía porqué se había puesto así por un beso. Ricardo era libre de estar con quien quisiera y, estaba claro que con ella no quería estar, que prefería a Andrea, porque sino él habría ido a dormir con ella a su camarote, como ella le propuso en un principio. 

Se quedó fuera un par de horas, sin controlar el tiempo. No tenía sueño y allí, mirando el horizonte, se estaba muy bien. Al cabo de un rato, decidió volver al camarote del capitán a dormir con Pablo, porque en algún sitio tenía que dormir. 

Iba andando por el pasillo cuando se encontró a Ricardo sentado al lado de la puerta de su camarote con la cabeza gacha. Julia sonrió. No se había quedado a dormir con Andrea. Al llegar a su lado se sentó y, hasta ese momento, Ricardo no se había dado cuenta de que ella estaba a su lado.
- Pero, ¿no estabas tú durmiendo en mi camarote con Valeria?- Ricardo estaba muy confundido, y eso que no había bebido nada.
- No, es Pablo, el hijo de Andrea el que se ha quedado a dormir ahí, al final yo me he tenido que ir….
- ¡Sí, lo entiendo perfectamente porque menudos ruidos!- sonrieron los dos, auque viendo que Julia no sabía muy bien a qué se refería con los “ruidos” dejó el tema. Ricardo vio como Julia estaba cansada- ¿Sabes dónde podemos dormir?
Julia le miró extrañado.
- Sígueme- dijo Ricardo decidido a la vez que se levantaba y cogía la mano de Julia.

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