sábado, 31 de diciembre de 2011

Rol, parte LXXXIX (por Leti)

El Estrella Polar flotaba sobre un mar tranquilo, durante una oscura y avanzada noche, solo alumbrado por la tenue luz de la luna que iluminaba con forma de cuarto menguante. Las estrellas eran la única compañía, numerosas y a la vez silenciosas, que destacaban en el cielo. Juntas se hacían la compañía perfecta para pasar todas las noches invernales como aquella. El único sonido que adormecía a la oscuridad era el suave movimiento de las olas y el leve contacto con el barco. Había una vista espléndida para cualquier observador que prestase atención en aquel instante, al cielo nocturno, junto con la luna y las estrellas, formaban la postal perfecta. Pero en la cubierta del barco, no había nadie. Ni siquiera estaban los habituales marineros que hacían guardia. 

Ese día era Noche Buena y todos habían estado de fiesta. Lo que apenas unas horas era bullicio y alegres canciones tradicionales navideñas, ahora solo quedaba el silencio como compañero al mecer de las olas. La cubierta del barco, antes adornada con luces de colores y numerosos lábaros con letras multicolores, ahora estaba a oscuras salvo por dos pequeñas luces situadas, respectivamente, en babor y estribor del barco. 

Ajenos a toda esta belleza se encontraban los tripulantes, la mayoría dormidos debido al cansancio de lo acontecido en los días pasados y otros más ocupados en sus pensamientos como para poder dormir. 

En el camarote del capitán, este dormía plácidamente tras haber pasado una gran noche junto con sus hijas, pero sobre todo, con la mujer de sus ojos, Julia. La que ocupaba todos sus pensamientos desde que abría los ojos por la mañana hasta bien entrada la noche, cuando conseguía conciliar el sueño. No era una persona a la que le costase dormir precisamente, pero ese día, esa noche, en ese momento, tenía a su lado a la mujer más maravillosa del mundo durmiendo con él. 

Julia estaba vestida con la ropa de la cena, porque el sueño había podido con su fuerza de voluntad de querer permanecer despierta y se había dormido apoyada sobre uno de los asientos del comedor del Estrella Polar. Ricardo había tenido un gran galimatías al llevarla en sus brazos hasta su dormitorio, pues había tenido que explicar al resto, sin incluir demasiados detalles, que Julia se encontraba indispuesta y necesitaba dormir. Suerte que en ese momento, solo se encontraban Ulises (aún amnésico) y Julián, siempre acompañando a Ulises para ayudarle a recordar. 

Últimamente, no habían tenido un segundo de descanso desde el secuestro de Salomé a manos de Gamboa. Estaban esperando que los hombres del submarino contactasen con ellos. No podían hacer más, por mucho que les doliese y sufriesen cada día por ello. El que peor lo estaba pasando era Julián, aunque todos sufrían por el oscuro destino que podría estar a aguardando a Salomé, en manos de semejante calaña.

Valeria no podía dormir, permanecía en su pequeña cama mirando al techo sin moverse. Una pequeña luz le proporcionaba la seguridad que necesitaba para dormir; pero no podía. Sabía lo importante que era no hacer ruido para que la relación de su padre con Julia siguiera un camino dorado hacia la felicidad. Esa noche, Papa Noel iría donde estaban ellos para dejarles sus regalos. Aunque no tuviesen chimenea, él tenía poderes mágicos para llegar hasta cualquier niño del mundo, siempre y cuando, hubiese escrito y enviado La carta. Y ella lo había hecho.

Escuchó un pequeño ruido procedente de la puerta e inmediatamente entornó los ojos haciéndose la dormida. Unas pisadas se acercaban hacia el interior del camarote, donde estaba ella. “Uno, dos, tres, cuatro…”. Valeria contaba los segundos, sentía sus alocados latidos rítmicos junto con su respiración entrecortada. Después solo silencio, pero sentía una presencia a pocos centímetros de ella. La estaba observando. Santa la estaba observando, cada vez más cerca. 

Sabía que no debía hacerlo. Conocía perfectamente que si abría los ojos corría el riesgo de que Papá Noel no le diese sus regalos. Pero no resistió la tentación y abrió sus pequeños e inocentes ojos azules. Lo último que vio fue una enorme sonrisa desconocida, maquiavélica y macabra sobre una tupida barba blanca y un gorro rojo. 

Minutos después, el impostor desaparecía de la vista, a bordo de una zodiac, perdiéndose en la noche. 

Después, solo frío, silencio y oscuridad.

jueves, 22 de diciembre de 2011

¡Feliz navidad!



Rol, parte LXXXVIII (por Elena)

Por mucho que lo pensara,no quería dormir y eso es lo que más deseaba en este mundo,en brazos de su Julia...pero veía que había cosas más importantes que estar con ella,tenía que averiguar que había pasado en esas horas...el por qué Ulises había perdido la memoria,mientras que Gamboa estaba sano y salvo.Le parecía tan raro que cogió una pistola para intentarle sacar la verdad por muy dolorosa que fuera.
Aunque no quería llegar a ésas,sabía que el verdadero culpable era el profesor de supervivencia.Desde que zarparon,el profesor de supervivencia no había parado de meterse en líos,y así conseguía que todos estuvieran en el mismo ajo.Caminaba por el pasillo hasta dirigirse a un solo objetivo.Allí estaba él,dormido como un angelito(o eso es lo que pensaban todos)
-Ernesto,haz el favor de despertarte.Tengo que hablar ''urgentemente''con usted.
El profesor de supervivencia al oír la voz del agradable capitán se empezó a mover hasta que finalmente abrió los ojos.Se extrañó en verle pero a la vez se alegró para su bien,quería fastidiarle y ahora más,sospechando que la doctora Wilson estaba saliendo con Ricardo.
-Bien...¿sabe,capitán que no son horas de despertar a un enfermo??-se hizo el inocente.
-Aquí no veo ningún enfermo,¿tu ves a alguno??-le dijo fríalmente.-Ah no,que te refirías a ti.-añadió,irónicamente.
-Capitán,dígame lo que me tenga que decir.-dijo Gamboa.
-¿Qué ha pasado con Ulises,qué le has hecho??-le preguntó el capitán directamente mirándole a los ojos con odio.Nunca había odiado a nadie tanto en su vida.
-Yo...no le he hecho nada a Ulises ni a nadie.¡¡Soy capaz de matar y hacer daño a alguien!!-le mintió.
-Pero fuiste capaz de encerrarme hace más de un mes,cuando quisiste gobernar el Estrella Polar.No me vengas con ésas,eres un mentiroso!!-le hizo ver de su error.
-Éso fue hace mucho tiempo,la gente cambia...-volvió a mentir.
-La gente como usted no cambia,la gente como tú merece morirse,podrirse en la cárcel sí la hay claro,y sino encerrado en la bodega de este Barco.-le dolía mucho que no quisiese hablar,si llegaba a pasar eso tendría que recurrir a la segunda opción.
-Capitán,no tengo nada que ver con lo que le ha pasado a Ulises,¿qué quiere que se lo jure por sus hijas??-insistió.
-Está bien.-finalmente fue convencido.-Mañana le diré a Julia que te dé el alta.-añadió yéndose hacia su camarote.
***
No le convenía decir la verdad al capitán,sí lo hacía...acabaría muy mal.Vale,que odiaba al capitán,primero porque no le había ayudado con Ainhoa,y ahora porque era su rival.Desde que entró Julia al proyecto de Alejandría,se había enamorado como un perro de ella pero ésta ya salía con Philippe,después Ulises,y ahora...el capitán.¿Qué,Ricardo no se podía enamorar de una pechugona??No,tenía que enamorarse de la doctora Wilson...y no sabía cómo pero le iba a hundir tanto en su vida profesional como sentimental,le quitaría sus hijas y luego Julia...
Habían hecho un trato,y ésta última no lo había cumplido.Tenía un plan,y muy pronto todos se darían cuenta de cuál era,y quién era la culpable de que se llevara a cabo.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Rol, parte LXXXVII ( por Silvia)

En medio de la cita....

Sentada frente a él, toma un sorbo de champán y empieza a reírse, no le ha dicho que se le sube muy rápido a la cabezal pero la da igual. Empieza a ver doble debido a los efectos de la bebida, pero la sigue dando igual; él impasible, sigue tan guapo como desde que le vio la primera vez pero esta vez sin traje de Capitán y si con traje de domingos, mirándola fijamente mientras la cuenta como fue la primera vez que se le cayó un diente a Valeria se sonroja al decir que casi le pilla la niña cuando le fue a dejar un cuento de la Bella Durmiente debajo de la almohada....es tan gracioso. Julia finge escuchar atentamente y vuelve a sonreírle mientras vierte en su copa el último vaso de champán que queda en la botella y se lo bebe.

-Y entonces al día siguiente viene Valeria toda emocionada con su cuento y me dice: "Papi, papi ¿te cuento un secreto? el Ratoncito Pérez hace mucho ruido porque le oí tropezarse pero no abrí los ojos porque Ainhoa dijo que sino se iría sin dejar el regalo" Entonces en ese momento es cuando suspiré aliviado de que no hubiese abierto los ojos y le plantée un beso y seguí desayunando.

Ha pasado una hora y todo va según lo previsto, han cenado, conversado, y ahora están bailando...Abrazada fuertemente a su Capitán, Julia arrastra los pies mas que bailar, Ricardo creyendo que lo hace adrede para que él la marque y la lleve en el compás sigue contándole divertidas anécdotas navidades pero en el fondo solo piensa en volver a probar sus voluptuosos labios, cuando cree que es el momento adecuado, tras haberla repetido lo mucho que le ama; la canción termina, la luz de la luna entra por el ojo de buey iluminándolos como a dos ángeles y..levemente intentando calcular presiona poco a poco sus labios frente a los de ella cuando.... dormida no responde al estimulo y tan solo se deja sujetar por el Capitán.

-Julia, ya no se como decirle esto, pero estoy más enamorado que nunca, y ayer con ese beso me demostró tantas cosas..perdón que ya se que quieres que te tutee...como iba diciendo, me demostraste que nos quieres y aunque estás en ese tal proyecto Alejandría del que espero que me cuentes de que va, pero no ahora, no, no estropeemos esto, la quiero y eso es lo que importa, Julia yo... ¿Julia? ¿Está dormida?

De mala gana porque se siente ignorado al haber estado hablando solo y haberse quedado sin beso, tumba sobre su cama a Julia tras quitarle sus finos zapatos de tacón y taparle con la manta... recordando la vez en que también tuvo que llevarla en brazos a su propia cama duda si esta vez debe dormir en el sillón o con ella en la misma cama, esta claro que Julia no va a reprocharle nada y mas que nada porque duda que se acuerde de algo al día siguiente, de lejos aparte de su fresco aroma de su perfume, se puede avistar que ha bebido mas de la cuenta en esta segunda cita tan acertada.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Fotos Escena Beso Julia Ricardo (Cap. 2x13)

Capturas de la escena del capitulo 2x13 titulado "Mentiras y Cabaret" en la que Julia después de hablarle a Ricardo sobre el Proyecto Alejandría y confesarle en cubierta que es lo más importante en el mundo para ella, le besa apasionadamente en un profundo y correspondido beso que termina con un efusivo abrazo y la promesa de Julia de ayudarle a engañar a los del Proyecto Alejandría.