sábado, 27 de agosto de 2011

Analisis del personaje: Julia Wilson


Actriz que la interpreta…

Irene Montalà (Barcelona, 18 de Julio de 1976).

Durante la primera temporada…

Julia Wilson es la científica del barco. Varios meses antes de iniciar su viaje a bordo del Estrella Polar, firmó un contrato para trabajar en el Proyecto Alejandría o Proyecto del acelerador de partículas, que finalmente fue el que desencadenó el cataclismo. Ese contrato llevaba implícito un sueldo elevado así como cumplir una larga lista de cláusulas de confidencialidad sobre lo que debía mantener en secreto. Sin embargo, un tiempo después, Julia Wilson quiso renunciar y Philippe (su pareja sentimental que también trabajaba en el mismo proyecto) la llamó para informarla de lo peligroso que sería hacer eso. Sabiendo que no podía abandonar y de que su vida podía correr un grave peligro, tuvo que aceptar que le fuera asignado lo que sus jefes llamaron “facilitador”, que le ayudase a realizar su trabajo. Dicha asignación recayó en Gamboa, futuro profesor de supervivencia del Estrella Polar.

En el puerto, antes de que zarpara el Estrella Polar, el capitán Ricardo Montero quiso impedir que cargaran una serie de cajas sin su autorización pero Julia Wilson le dijo que esas cajas estaban siendo embarcadas por orden del Ministerio de Ciencia y que su contenido era secreto. Cuando el capitán intentó abrir una de las cajas, tiró al suelo la maleta de Julia esparciendo la ropa de la científica por el puerto. Después de este incidente, permitió que subieran a bordo las cajas que faltaban.

Antes de iniciar su viaje, Julia Wilson tuvo un encuentro con Philippe y uno de sus compañeros de trabajo en una furgoneta. Le estuvieron hablando de la inminente puesta en marcha del acelerador y de la necesidad de mantener el barco en una serie de coordenados concretas. Para que Julia Wilson consiguiese su objetivo le dieron instrucciones sobre los pasos a seguir en caso de accidente (debía buscar la caja número 23) y le entregaron una pistola.

Dentro del barco y gracias a su ordenador, Julia Wilson fue testigo de los problemas y el caos que desencadenó la puesta en marcha del acelerador. Philippe, que estaba viviendo en primera persona todo lo que estaba sucediendo en Ginebra, trató de tranquilizarla pero cuando Julia perdió la conexión con su novio sospechó que algo malo había ocurrido.

Las sospechas de Julia pronto se confirmaron ya que el accidente desencadenó una gran tormenta en el mar. Cuando el capitán se enteró que Ramiro y Estela habían abandonado el barco y estaban perdidos en alta mar en plena tormenta decidió ir en su búsqueda aunque tuviese que mover el barco. Esto último trató de impedirlo Julia tras amenazar al capitán con una pistola, ya que el barco no debía moverse de esas coordenadas por los peligros que entrañaría si lo hiciese.

La tormenta fue sólo el comienzo de una serie de fenómenos inexplicables. A este problema se unirán otros como: el ataque de una bandada de pájaros, de peces abisales, torbellinos, volcanes submarinos, olas de calor, nieblas tóxicas, etc en los que Julia no dudó en ayudar y aplicar todos sus conocimientos científicos.

Cuando Vilma fue atacada por un pez abisal, Julia Wilson fue la encargada de curarla y de investigar lo ocurrido (además descubrió que la joven estaba embarazada cuando le hizo una ecografía). Poco después decidió buscar respuestas a lo acontecido y buscó la caja con el número 23. En ella había un ordenador con un mensaje grabado de su novio. Era un protocolo sobre lo que debía hacer si la peor de las posibilidades se produjera, es decir, si toda la superficie terrestre por encima del nivel del mar hubiese desaparecido debido a la acción de un agujero negro. Con la ayuda de los satélites consiguió obtener una imagen de una de las caras del planeta donde pudo constatar que Europa, África y Asia estaban completamente sumergidas bajo el mar. Dicho descubrimiento se lo comunicó al capitán, quien decidió romper esa imagen para no provocar el pánico entre los alumnos y le pidió a Julia que mantuviese en secreto lo que había ocurrido.

Pero al final Julia, consciente de que no existía tierra firme y a petición del capitán, no tuvo más remedio que contarles la verdad a los alumnos y a Gamboa ya que éstos se habían amotinado en el comedor como consecuencia la pasividad del capitán para poner rumbo al puerto más cercano y conseguir que Vilma y su bebé recibiesen atención médica. Algunos no se creyeron las palabras de la científica, entre ellos Ramiro y Gamboa.

Tras esto decidieron abrir todas las cajas que subieron a bordo antes de iniciar el viaje. En una de ellas encontraron un dispositivo electrónico que tenía un cronómetro con la cuenta atrás iniciada. Al principio todos creyeron que se trataba de una bomba. Julia insistió en que la dejaran inspeccionar el dispositivo antes de que le tirasen por la borda. El capitán accedió a su petición, pero cuando Julia cortó uno de los cables la cuenta atrás se aceleró. Todos temieron por sus vidas pero cuando la cuenta atrás llegó a cero no pasó nada. Y es que en realidad era un transpondedor que emite señales continuas para que alguien que les esté buscando pueda localizarles fácilmente.

Dos personas han sido las que han intentado acercarse a Julia para conquistar su corazón. El primero ha sido el capitán, empujado por los consejos de Julián aunque no tuvo demasiada suerte tal vez por su indecisión y por no expresar de forma clara sus verdaderos sentimientos. Una de las noches, Ricardo y Julián invitaron a Julia y Salomé a tomar algo al club. Cuando Julián y Salomé se marcharon, Julia se quedó dormida y el capitán se la llevó a su camarote, dado que el camarote donde iba a dormir Julia estaba ocupado por la otra pareja. En ese momento Valeria se despertó y le dijo a su padre que le gustaría que Julia durmiese con ellos todas las noches, y Ricardo le confesó que a él también le encantaría. La inocente Valeria, en una de las clases de matemáticas, le preguntó a la científica si tenía novio. Julia le dijo que no, pero la pequeña insistió en el tema. Al preguntarle si le gustaba alguien del barco, la científica respondió afirmativamente y la pequeña le confesó que a su padre también le gustaba alguien del barco. Pero Julia con su respuesta estaba pensando en Ulises y no en el capitán como creyeron éste y sus hijas. Fue durante la celebración de una cena, en la que Julia invitó a Ulises, cuando el capitán se dio cuenta de por quién se había decantado la científica. A pesar de todo siguió intentándolo, sin éxito.

Con Ulises todo fue bastante rápido, intenso y mejor. En esta relación influyó mucho el hecho de trabajar juntos a la hora de solucionar los problemas que se les venían encima. Julia no tardó en acercarse y conocer más a fondo a Ulises cuando estuvo haciéndole un test con preguntas bastante personales. Pronto surgió la invitación para que Ulises se fuera a vivir con ella a su camarote y las escenas de pasión en el laboratorio. Pero los sentimientos de Julia por Ulises no fueron del todo correspondidos ya que este último se sentía atraído por Ainhoa, la hija del capitán.

Tras la celebración del juicio por el asesinato de Gamboa (en realidad éste se encontraba desaparecido en mitad del océano) fue cuando Ulises le dijo a Ainhoa que se había autoinculpado porque la quería, dejando claro por quién se decantaba. Julia evitó que desterraran a Ulises del Estrella Polar, consiguiendo que la condena se quedase en una cadena perpetua por lo que Ulises fue encerrado en las bodegas del barco.

A pesar de que Ainhoa le aseguró a Julia (mientras fabricaban combustible para el barco) que no iba a interponerse en la relación entre ella y Ulises al final resultaron ser palabras un tanto engañosas. Cuando Ulises subió a cubierta para tomar el aire después de estar encerrado aprovechó para preguntarle a Ainhoa si de verdad le quería, pero la hija mayor del capitán no parecía dispuesta a responderle ni dar rienda suelta a sus sentimientos mientras siguiera con Julia.

Ulises intentó hablar con Julia pero la científica, intuyendo los planes de Ulises, evitó verle. Y no era para menos ya que Julia tenía conocimiento de las peleas que había habido entre Gamboa y Ulises por el amor de Ainhoa y además constató la reacción de efusividad y alegría que mostró Ainhoa una vez que Ulises fue reanimado y estaba a salvo de la niebla tóxica. Como no consiguió su objetivo, Ulises se provocó una intoxicación por zinc para que le llevasen a la enfermería y poder hablar con Julia. Una vez allí, a pesar de que Julia le salvó la vida por dos veces, Ulises le confesó a la científica que estaba realmente enamorado de Ainhoa.

Después de varios días, Gamboa volvió a aparecer en la misma balsa con la que pretendía huir del barco. Tras ser reanimado por Julia, Gamboa es conducido a la enfermería para recuperarse de la amnesia sufrida. El hecho de haber sobrevivido tantos días y su buen estado de salud llaman la atención a Julia. Cuando despierta, Gamboa le hace ver a Julia que no debe indagar en el asunto por la seguridad de sus propios secretos. Así Julia niega lo evidente cuando es preguntada y evita que alguien se acerque a hablar con Gamboa.

Aunque en el fondo quiere contarle al capitán todos sus secretos no puede hacerlo por las amenazas de Gamboa, su “facilitador” dentro del proyecto del acelerador. Entre esos secretos estaría una de las antiguas cartas de navegación (pertenecientes al primer capitán del barco) en la que estaba señalada la posición de siete simas, en una de las cuáles se encontraba el barco durante el cataclismo. Julia las escondió sin más en su camarote y le pidió a Burbuja (que las descubrió con la ayuda de Piti y Palomares en el camarote 31) que no le contara nada al capitán.

martes, 23 de agosto de 2011

Rol, parte LX (por Silvia)

Era de noche, el mar estaba en calma, las estrellas brillaban intensamente anticipándose a la maravillosa noche que venia por delante, la luna radiante y llena se reflejaba en el agua salada por la que surcaban, agua solo agua cuanto ansiaba poner pie en tierra firme, tumbarse sobre la hierba o sobre la cálida arena de mar y contar estrellas fugaces pero ahora tenía que conformarse con la cubierta.

-¿Te gusta el paisaje amor? – preguntó dulcemente.
-¿Qué paisaje? Todo el océano es igual...
-Ya, bueno, me refería al cielo, hoy está casi tan precioso como tú – sonriéndola.
-Ya será menos...
-Si, la luna brilla en todo lo alto acaparando todas las miradas por su belleza pero tú...tus ojos no me dicen eso, ¿has estado llorando, verdad Julia?
-No... bueno un poco, nada lo típico echaba de menos la tierra firme, a mi familia, a los míos...
-¡Me tienes a mi! – cogiéndole la mano.
-Ulises...los dos sabemos que esto no va bien.
-¿Por qué dices eso?
-Han pasado muchas cosas y...
-Yo no he dudado de ti en ningún momento, es más, confío plenamente en tu sinceridad.
-A lo mejor es eso, que deberías dudar un poco de mi.
-¿Tienes algo que contarme que no sepa?
-Por supuesto que si, peor no puedo hacerlo.
-No voy a juzgar tu pasado, sea lo que sea.
-Ulises...eres tan tan ¡tan crío! No te das cuenta de nada, apenas tienes veinte años y creerás aun en cuentos y príncipes azules pero no es así, en este cuento no hay brujas no, lo que no hay es tierra y no ha desaparecido de repente por que si, creo que supondrás, imaginarás que alguien, y no precisamente un ser imaginario como pueda ser Dios, tiene que estar detrás.
-¿Me estás queriendo decir que ese ser eres tú?
-No, pero... digamos que todo esto no me pilla tan de sopetón como a los demás de la tripulación.
-Los del proyecto ese en el que trabajabas te engañaron, tú...
-no, yo siempre estuve al corriente del acelerador de partículas, solo que no sabía la dimensión que iba a alcanzar dicho proyecto. Se suponía que era un simulacro y por si pasaba algo yo debía situar a el barco encima de la sima de Santa Teresa pero ahora...ya no se que creer, hay mas gente viva y puede que...
-¡Andrea y los demás tuvieron suerte!
-No Ulises, no están aquí por casualidad, de eso estoy segura.
-¿Les conoces? – sorprendiéndose por lo que estaba descubriendo esa noche.
-Ulises ya he hablado demasiado, simplemente quiero aclararte que no podemos estar juntos, me gustas, si pero...
-Solo soy un trozo de carne, estoy bueno y punto, tu buscas algo mas serio tipo el capitán ¿no?
-¡No! Yo no he dicho eso... no sé, todo ha sido muy rápido, me deje llevar pero ya no soy una cría para andar en romances de tres al cuarta además cada vez que pienso en Phillipe...nos íbamos a casar, formar una familia y ahora... no se si está vivo o muerto.
-Por eso mismo tienes que retomar tu vida y si solo somos 42 personas sobre la faz de la Tierra y una de ellas te gusta aunque tenga vente años ¡tienes que ir a por ello Julia! – insistiéndole.
-El caso es que a lo mejor no me gusta tanto como pensé ni estoy segura de que yo le guste, no tengo tu edad, dentro de unos años, si seguimos vivos yo seré una vieja y tu estarás en la flor de la vida...Ulises, esto no va a ningún lado, mas que una relación de pareja parecemos amigos de toda la vida.
-Es eso ¿el sexo? Yo si quieres puedo ser más lanzado no se más...
-No es ningún problema relacionado con la cama, para nada, es todo y nada, entiendo que no lo entiendas pero ya está no tienes nada más que decir, no quiero continuar con esto, si quieres que seamos amigos me parece bien, aunque entiendo que ahora no quieras...

Dicho esto Julia depositó un leve beso en la frente de Ulises y se levantó de la cubierta para dirigirse a su camarote, tenía que comprobar si él seguía vivo y con consecuente todos los del proyecto y les estaban engañando como a idiotas

Rol, parte LIX (por Noe)

Julia guardó el móbil en el bolsillo.
-¿Quién era?-preguntó Ricardo preocupado
-Nadie-respondió Julia-Me tengo que ir un momento
Acto seguido,salió corriendo por la puerta hacia su camarote.
-¡Julia!-gritó Ricardo preocupado.
Julia ya estaba en su camarote.Cerró la puerta,y sacó el móbil del bolsillo.Leyó el mensaje:
"Julia,estás en peligro.No te fíes de nadie,y menos de quien creías que eran tus aliados.Tu tienes la decisión en tus manos.Correr el riesgo,o ponerte a salvo"
Julia quedó pensando.¿Era verdad que Philippe estaba vivo?¿Y que quería decir con la última frase?

Mientras,en el submarino del proyecto
Philippe estaba harto del proyecto.Había decidido por su propia cuenta seguir otro camino,tal y como lo habían echo muchas personas antes que el.Pero esta vez,estaba seguro de que su destino sería mejor que el de los otros "rebeldes".Una de las razones por las que quería dejar el proyecto,era por las burradas que había echo,y otra,era por Julia.Ella era lo único que le quedaba,y no podía aguantar que la usaran como cobaya,y tambien odiaba que su novia pensara que el estaba muerto.Pero,tal y como había explicado a Julia,era peligroso dejar el proyecto,y más en aquellas circunstancias.Lo único que podía hacer,era jugar a dos bandas.
Philippe no se fiaba de nadie,ni de su propia sombra.Pero al que le tenía más manía,era sin duda a Gamboa.Phlippe sabía perfetamente que él estuviera enamorado de Julia desde el primer momento que la vió,pero desde que Julia había decidido escoger a Philippe en vez de a el,el rencor aumentó hacia los dos.No estaba muy seguro de lo que Gamboa podía hacerle a Julia mientras nadie los viera,por eso cuando recogieron a Gamboa de la balsa,esperó hasta que se recuperara,y ya recuperado decidió hablar con él:
-Como me entere de que le haces algo,no te lo perdonaré-dijo secamente
-¿A quién?-preguntó Gamboa
-Sabes perfectamente de quién te hablo.
-Yo nunca te perdoné que ella te eligiera a ti-dijo Gamboa con una risa falsa
-Como tu has dicho,fue ella la que me eligió a mi,no la obligué yo-dijo Philippe,y acto seguido,salió de la habitación
Pero por si aquella conversación no le sirviera,decidió darle su reloj,para que Julia sospechara de él,y también le puso un micrófono para saber que planes tramaba.Pero Philippe seguía sin fiarse,por lo que propuso a los demás,mandar a alguien más de cobaya,a Andrea y a Pablo.Pero todo cambió cuando escuchó los planes que tramaban Gamboa y Andrea contra Julia.Ahí fue cuando decidió que Julia se enterara de que estaba vivo,por lo que le mandó un mensaje al móbil.Ella tenía la decisión: O quedarse y correr el riesgo de estar en peligro,o ponerse a salvo con los demás del proyecto,y sobre todo,con él.

Rol, parte LVIII (por Shay)

Ricardo y Julia seguian perdidos en ese abrazo de alegría que significaba la salida al gran remolino. Después de un largo rato abrazados se dieron cuenta de lo que sucedia... y se separaron sonrientes.
-Julia, yo tenía que hablar contigo...-se apresuró a decirle el capitán.
-Ahora es mejor que descanses. Tienes un agujero en el abdomen. No te preocupes de hablar conmigo.
-En serio, es muy importante.
En ese instante el capitan sintió un intenso mareo y de no ser por la pared en la que se sujetó y la doctora que lo agarró se habría caido al suelo.
-¡Ay!-se quejaba de dolor.
-Ricardo ¿Qué te pasa?-se preocupó ella.
-Me duele muchísimo.-señaló la herida de bala que tenía en el abdomen.
La camisa estaba manchandose por el liquido rojo.
-¡No puede ser!-exclamó Julia-Corre, te llevo a la enfermería. Agarrate a mi cuello.
El capitan no supo como reaccionar. ¿Agarrarse a su cuello? Era lo que faltaba para que se callera ahí en redondo.
-A que esperas? Vamos. Agarrate.
Ricardo se agarró al cuello de la doctora tocando su suave pelo. Julia, cogiendo a Ricardo como pudo, se encaminó a llevarlo a la enfermería.
-Túmbate en la camilla-le dijo al capitan ayudandole a tumbarse.
Éste no mostraba señales de vida.
-¡¡Ricardo!! Despierta-le daba suaves cachetadas en la cara intentando reanimarle-¡Ricardo por favor!-derramó unas lágrimas.
Le puso suero para reanimarle. Ricardo no había muerto, estaba en un desmayo. Pero la herida de bala se le había abierto y era difícil curarla de nuevo.
-Si le coso la herida... no podrá volver a trabajar durante largo tiempo.-susurraba llorando sigilosamente.
Le quito la camiseta cautelosamente para no dañarlo más de lo que estaba. No sabía el por qué pero estaba nerviosa. O tal vez si que lo sabía. Le limpió la herida pero la sangre no paraba de salir y extenderse por gran parte de su cuerpo. Finalmente pudo tapar la hemorragia y coserle lo mejor posible para que no volviese a suceder algo asi. Eso sí, habia que decirle que no podía seguir siendo el capitan del Estrella Polar durante tres meses por lo menos.
Al cabo de dos horas Ricardo desperto.
-¿Cómo estas?-preguntó Julia tomandole el pulso.
-¿Que me ha pasado? Me duele muchisimo el abdomen.
-La herida se te ha abierto. Estabas muy mal. Pensé que te ibas a ... morir-dijo temblando.
-No te preocupes... ya estoy me...jor-le costaba hablar.
-Sh, no hables. Será mejor.
Julia estuvo pensando en como darle a Ricardo la noticia. Si empeoraba probablemente no podria volver a ejercer de capitan.
-Mi relación con Marisa ha termina-se apresuró a explicarle Ricardo costosamente.
-Lo siento-aunque Julia estaba al tanto del interés que sentía Andrea por el capitan por el proyecto, pronunció esas palabras.-¿Como esta?
-Lo nuestro no iba a ningun lado... Se quiere vengar. Ten cuidado, ¿vale?
-No te preocupes... no me va ha pasar nada.
-No sé si conocía verdaderamente a Andrea. Pero quiero saber que pasó hace dos días. ¿quien me disparó?

Realmente Julia fue la culpable, pero sin querer.
Cuando fue a contarle toda la verdad, sonó su móvil. Le quitó el medidor del pulso.
-Perdona.-se apresuró a cogerlo.
-Nada.
Era un mensaje. No se lo podía creer. Era del mismísimo Philippe.
-¿Pasa algo?-preguntó Ricardo extrañado al ver la cara de Julia.
Era normal que le haya llegado el mensaje, pues no estaban solos en el mundo y había incluso cobertura, ¿pero de Philippe?? Eso era lo extraño. Recordó que le vio a Gamboa su reloj.No supo que contestarle a Ricardo...

Rol, parte LVII (por Nerea)


El capitán no se lo podía creer. Tenia ante el un enorme remolino en el agua e iban de cabeza hacia él.

Julián, esto tiene que ser por el cambio climático que a sucedido. Tengo que avisar a la doctora cuanto antes. Intenta dar la vuelta y seguir por el lado oeste. –Le ordenó Ricardo a Julián.

Vale, pero esto no tiene buena pinta. Que esto no es normal joder. –Protestó de la rabia.


Ricardo dejó solo a Julián y se dirijo al camarote de Julia donde esta se estaba duchando.

Em, doctora, tenemos un grave problema. Necesitamos su ayuda. –Le dijo algo nervioso.

Si, dime, ahora salgo.

Vamos rumbo a un enorme remolino, pero vamos de cabeza, esto es a causa del cambio climático, ¿No es cierto?

Si, puede ser. Tenemos que dar la vuelta cuanto antes o nos tragara como si nada. El agua esta buscando su lugar y eso ocasiona estos….

Entonces el barco da un giro inesperado, haciendo q la doctora, al descubierto tropiece con el capitán que estaba al otro lado de la puerta.

Es una situación bastante incomoda y los dos se quedan fijos mirándose, pero la doctora corta ese momento y coge de seguida una toalla y se la enrosca en el cuerpo.

Lo, lo siento doctora, de verdad. –Se disculpó Ricardo.

No tienes por que disculparte no has sido tu.

El walki de Ricardo suena.

“Ricardo lo hemos conseguido, hemos salido del remolino, lo hemos logrado. Ya sabía yo que el polizón tenia algo mío. Y cortó.”

Entonces el capitán y la doctor de la emoción se dan un abrazo del que después no saben como salir…

Rol, parte LVI (por Lidia)

Se produjo un incómodo silencio entre ambos. Miles de cosas corrían por la mente de Ricardo en aquel momento. Podría decirle a Andrea: "Mira, estuve contigo para sacarte información, pero eso es mas dificil que hacer callar a la Esteban. Así que, lo nuestro termina aquí y me voy con Julia, que es a quien de verdad quiero!". Pero no podía. Andrea habló primero.

-¿Como estás?

-Bien-contestó él, duramente. ¿Que hacía, la dejaba o seguía con la farsa?

-¿Te pasa algo?

-¿Eh? ¡Ah! No, no.

-¿Estas seguro, Ricardo?

-No me pasa nada. Salvo...

-¿Salvo?

Hubo una pausa. Andrea miraba ansiosa a Ricardo. Él estava pensativo. Nunca había dejado a nadie. No sabía como decirselo. Al final, decidió hacer como había visto en las películas.

-Lo nuestro no funciona, Andrea. Eres una mujer espléndida y mereces alguien mejor que yo. Alguien que te haga feliz. Eso a mí no se me da muy bien. Lo mejor es que cada uno siga por su camino y olvidemos esto. Nuestros caminos se separan, lo siento.

-¿Me... me estás dejando?-preguntó con voz quebrada. No lo podía creer.

-No me lo pongas mas dificil.

-¿Es por Julia, verdad?-gritó furiosa.

-No, es simplemente que...

-Es por Julia. No me cabe ninguna duda. ¡Esa puta tenía que meterse por medio!

-No, ella no tiene nada que ver-contestó él con voz firme.

-¡Esta me la vas a pagar! ¡Tú y ella, me las pagareis! ¡Me vengaré, no te quepa ninguna duda!

Andrea salió dando un portazo. Ricardo estaba atónito. Nunca la había visto tan furiosa. Y se alegró de habersela quitado de encima. Pero había dicho que se vengaría... ¡Tenía que avisar a Julia! Intentó incorporarse. Le dolía. Sin embargo, Julia podía estar en peligro. Al final, no sin mucho esfuerzo, logró levantarse. Y aunque debería no hacer esfuerzos, empezó a correr por el barco, en busca de Julia. No la encontraba. Salomé le llamó la atención.

-¡Ricardo, ven!

-¿Que quieres? Tengo prisa...-resopló él.

-Se trata de Piti.

-¿Piti?-se extrañó él.

-Sí. Se ve que alguien lo ha encerrado con llave en su camarote y nadie puede sacarlo. Creo que Julián a ido a buscar un hacha, pero...

-Pues entonces, solucionado-interrumpió Ricardo-. ¿Has visto a Julia?

-Estoy aquí-contestó ella, sonriente, entrando en ese momento.

Ricardo quedó pasmado al verla. Llevaba una camiseta que nunca antes le había visto puesta, y le quedaba realmente bien... Sacudió la cabeza y se acercó a ella.

-¿Que haces levantado?-lo riñó-. Debrías estar haciendo reposo.

-Tenía que avisarte.

-¿De que?

En ese momento, el barco se tambaleó. Oyeron a Julian gritar algo: heches o leñes, les pareció entender. Entró y hizo un gesto a Ricardo para que le siguiera.

-Bueno, luego hablamos. Me voy a duchar-dijo Julia. Y se fué.

Ricardo y Julián entraron en puente de mando. Ricardo quedó boquiabierto.

-No... no puede ser.

Ante ellos, ante el barco, había algo que hizo que Ricardo se estremeciera. Julián lo miró apurado y le dijo que que hacían. Porque delante de ellos, había el remolino más grande que jamás habían visto.

Rol, parte LV (por Miriam)

Julia sonrió a Ainhoa y se abrazaron.

Julia: No tienes porque disculparte, fue un mal entendido

Ainhoa le sonrió. Julia, al oír a Ricardo pronunciando su nombre, se acercó a
él, cogió una silla y se sentó a su lado.

En ese momento, Ainhoa y Valeria salieron de la enfermería, dejando al capitán y a la científica solos.

---------------

Mientras, en la habitación de Valeria, Ainhoa estaba sentada en la cama,
leyéndole un cuento a Valeria. De repente, Valeria interrumpió a Ainhoa:

Valeria: Ainhoa, ¿a ti te gusta tener a Andrea como mama?
Ainhoa: Valeria cariño ¿porque me preguntas eso?
Valeria: Es que no entiendo porque papa se da besos con Andrea si le gusta
Julia...
Ainhoa se sorprendió- Bueno eso yo no lo sé, si no pregúntaselo a papa.
¿Seguimos con el cuento?
Valeria: Ainhoa, ¿a ti te gustaría tener a Julia como mama?
Ainhoa: Si, me parecería bien. ¿Y a ti?
Valeria: También, así si a mi osito se le rompe un brazo, ella se lo cura
mientras le canta una canción – Contestó ella, sonriendo.

---------------

Julia: ¿Cómo te encuentras?- Preguntó dulcemente, mirando a Ricardo.
Ricardo: Mucho mejor, gracias.

Se produjo un silencio algo incómodo.

Ricardo: Yo no me puedo quedar aquí de brazos cruzados, tengo que subir a
ayudar a Julián, que seguro que me necesita- Dijo levantándose de la camilla
Julia: Ricardo por dios, ¡te acaban de disparar y tu pensando en ayudar a
Julián! Ahora tienes que pensar en ti mismo y descansar para mejorarte, que si
no te recuperas pronto, sin capitán este barco no es nada- Contestó Julia,
sonriéndole mientras le ponía su mano en el pecho para volverle a estirar en
la camilla.

Ricardo se quedó estirado, callado, mientras Julia se levantaba para dejar
sus gafas en la mesa. Luego se volvió a sentar.

Ricardo: Julia, ¿cómo fue? No lo recuerdo muy bien, la verdad… Solo me
acuerdo de la cena, luego vino Andrea, y ¿Qué mas paso?
Julia: Fue todo muy rápido… Andrea y yo discutimos, y sin querer… Fue un
mal entendido.
Ricardo: Pero ¿Cómo que un mal entendido? ¿Por qué os peleasteis?
Julia: Da igual porque nos peleamos, lo importante es que tú estás bien,
que no te ha pasado nada. Me tenías muy preocupada...

Los dos sonrieron, mientras se miraban a las ojos.

De repente, entró Andrea en la enfermería.

Julia: Bueno, yo me voy que tengo cosas que hacer. Que descanses, Ricardo.

Ricardo le sonrió y la siguió mirando hasta que ella cerró la puerta. Y entonces
desvió la mirada hacia Andrea, mientras ésta se sentaba en la silla.

Rol, parte LIV (por Nago)

Julia, te buscaba, Gamboa te necesita en la enfermería-dijo Salomé extrañada por la expresión en la cara de ambos.

Gracias, enseguida voy –le contestó Julia girándose mientras le guiñaba un ojo a Pablo y veía salir a Salomé.

Mientras en la enfermería

Ya sabes lo que tienes que hacer, no?-preguntaba Gamboa a Andrea que se encontraba tumbada en la camilla.

Sí, me arrastraré ante esa mosquita muerta, no te preocupes, todo el barco sabrá que lo del capitán fue un accidente sin culpables, pero que sepas que lo hago por ver avanzar el proyecto de una maldita vez, no por ella, la odio-le contestó Andrea con una cara que reflejaba bien su odio y resignación.

Andrea, controla tus impulsos, no son nada buenos para lo que queremos conseguir-le dijo Gamboa sonriendo de forma irónica

Al entrar en la enfermería Julia se sorprendió al encontrarse a Andrea en la camilla ya despierta y le miró con una tremenda cara de susto.

Vamos, vamos, no pongas esa cara-le dijo Gamboa mientras seguía con su risa burlona

Para qué querías verme?-preguntó Julia intentando poder salir de allí lo antes posible

Soy yo la que quería hablar contigo, siento todo lo ocurrido, he perdido demasiado los nervios y me he dejado llevar, no te preocupes que admitiré ante todos que tú no fuiste la culpable de lo ocurrido al Capitán, después de todo, todos estamos en el mismo barco-dijo Andrea mientras se reía de lo acertado de la frase en esos momentos y le estrechaba la mano a Julia tratando de hacer las paces.

Julia le estrechó la mano sin muchas ganas y con mucho recelo y Gamboa que miraba con unos malvados ojos a Julia dijo- “Ahora todos debemos seguir con el plan establecido”.

Después de esto, Julia se mantuvo en silencio y salió de allí, asustada, recelosa y pensativa, quería buscar a Pablo y poder terminar la conversación.

Al final, Julia consiguió encontrarse con Pablo y le pidió que entrara a su habitación para hablar más tranquilamente.

Julia, te aseguro que es totalmente cierto que Ricardo sabe algo, no sé exactamente qué pero sí que lo sabe hace tiempo y por boca de mi tío, aunque supongo que sólo habrá empezado a recordarlo y a creer en ello tras los últimos acontecimientos-le dijo Pablo tratando de intentar ayudarles a ambos.

Sé que tu eres buena y que te encuentras en la misma situación en la que estaba mi tío, así que te pido que por favor tengas mucho cuidado, no quiero que te pase nada y tampoco a Ricardo y a su familia, les tengo mucho cariño.-le dijo Pablo mientras le daba una palmadita en la espalda

Gracias Pablo, sinceramente muchas gracias, intentaré jugar mis cartas de la mejor manera que pueda y no te preocupes por Ainhoa y Valeria, pronto se darán cuenta de que estaban equivocadas –le dijo Julia con una sonrisa de agradecimiento.

Suerte-le dijo Pablo mientras salía por la puerta.

Julia aprovechó para recostarse un rato, habían sido muchas y muy intensas emociones y necesitaba descansar.

Todo tiene sentido, la necesidad de Andrea de esconder esa foto, la conversación que Ricardo quiso tener conmigo y lo que me dijo sobre que consideraba que Gamboa y Andrea no eran trigo limpio y también seguramente se ha dado cuenta que Andrea le estaba utilizando y de ahí la conversación de esa noche y el no querer que Valeria se encariñara con ella.-pensaba Julia.

En un momento sus ojos brillaban y una gran sonrisa se dibujaba en su rostro mientras pensaba que nunca había perdido su confianza y sentía profundamente el gran amor que le tenía.

En ese momento, tocaron a la puerta. Ya voy dijo Julia y se levantó para abrir la puerta.

Julia, voy a decir lo que ya sabes, en el comedor.-dijo Andrea mientras se marchaba poniendo mala cara.

Tras las palabras de Andrea en el comedor, las cosas volvieron a la normalidad en el Estrella Polar.

Aprovechando la ocasión, voy a visitar a Ricardo, es lo que más deseo en el mundo.-pensó Julia

Mientras en el camarote del Capitán

Valeria, si quieres podemos jugar a lo que quieras o te leo un cuento mientras esperamos a que Papá despierte-le dijo Ainhoa a su hermana para intentar entretenerla.

Cuando Ainhoa y Valeria se dirigían al armario a coger un juego, escucharon cómo Ricardo hablaba en sueños.

Espera Valeria, tenemos que ver qué le pasa a papá-le dijo Ainhoa mientras Valeria ponía cara de susto.

Al acercarse, Ainhoa escuchó claramente como Ricardo repetía continuamente el nombre de Julia mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

Ya no me cabe duda de que Julia no es culpable-pensaba Ainhoa mientras escuchaba de nuevo el nombre de Julia de boca de su padre.

En ese momento llamaron a la puerta, Ainhoa se levantó a abrir la puerta mientras le decía a Valeria que no hiciera ruido.

Julia, eres tú, siento haber creído que tú eras culpable, mi padre te necesita-le dijo Ainhoa justo cuando Ricardo volvió a repetir su nombre varias veces.

jueves, 11 de agosto de 2011

Fotos Escena Julia- Ricardo en cubierta (Final cap. 1x04)

Capturas de la escena del capítulo 1x04 títulado "Un Mundo bajo el Mar" en la que Ricardo se encuentra a Julia en cubierta y ésta le dice que sabe lo que es el artefacto encontrado en las cajas del ECND de la bodega y Ricardo le pregunta que quién es ella, si la que le corta el filete a Valeria o la que roba una caja de la bodega y permite que acusen a inocentes para poder descubrir qué es el aparato encontrado,Julia no sabe qué contestar y se queda mirando el horizonte.
































































































































Fotos Capítulo 1x04 Un mundo bajo el mar