martes, 23 de agosto de 2011

Rol, parte LVIII (por Shay)

Ricardo y Julia seguian perdidos en ese abrazo de alegría que significaba la salida al gran remolino. Después de un largo rato abrazados se dieron cuenta de lo que sucedia... y se separaron sonrientes.
-Julia, yo tenía que hablar contigo...-se apresuró a decirle el capitán.
-Ahora es mejor que descanses. Tienes un agujero en el abdomen. No te preocupes de hablar conmigo.
-En serio, es muy importante.
En ese instante el capitan sintió un intenso mareo y de no ser por la pared en la que se sujetó y la doctora que lo agarró se habría caido al suelo.
-¡Ay!-se quejaba de dolor.
-Ricardo ¿Qué te pasa?-se preocupó ella.
-Me duele muchísimo.-señaló la herida de bala que tenía en el abdomen.
La camisa estaba manchandose por el liquido rojo.
-¡No puede ser!-exclamó Julia-Corre, te llevo a la enfermería. Agarrate a mi cuello.
El capitan no supo como reaccionar. ¿Agarrarse a su cuello? Era lo que faltaba para que se callera ahí en redondo.
-A que esperas? Vamos. Agarrate.
Ricardo se agarró al cuello de la doctora tocando su suave pelo. Julia, cogiendo a Ricardo como pudo, se encaminó a llevarlo a la enfermería.
-Túmbate en la camilla-le dijo al capitan ayudandole a tumbarse.
Éste no mostraba señales de vida.
-¡¡Ricardo!! Despierta-le daba suaves cachetadas en la cara intentando reanimarle-¡Ricardo por favor!-derramó unas lágrimas.
Le puso suero para reanimarle. Ricardo no había muerto, estaba en un desmayo. Pero la herida de bala se le había abierto y era difícil curarla de nuevo.
-Si le coso la herida... no podrá volver a trabajar durante largo tiempo.-susurraba llorando sigilosamente.
Le quito la camiseta cautelosamente para no dañarlo más de lo que estaba. No sabía el por qué pero estaba nerviosa. O tal vez si que lo sabía. Le limpió la herida pero la sangre no paraba de salir y extenderse por gran parte de su cuerpo. Finalmente pudo tapar la hemorragia y coserle lo mejor posible para que no volviese a suceder algo asi. Eso sí, habia que decirle que no podía seguir siendo el capitan del Estrella Polar durante tres meses por lo menos.
Al cabo de dos horas Ricardo desperto.
-¿Cómo estas?-preguntó Julia tomandole el pulso.
-¿Que me ha pasado? Me duele muchisimo el abdomen.
-La herida se te ha abierto. Estabas muy mal. Pensé que te ibas a ... morir-dijo temblando.
-No te preocupes... ya estoy me...jor-le costaba hablar.
-Sh, no hables. Será mejor.
Julia estuvo pensando en como darle a Ricardo la noticia. Si empeoraba probablemente no podria volver a ejercer de capitan.
-Mi relación con Marisa ha termina-se apresuró a explicarle Ricardo costosamente.
-Lo siento-aunque Julia estaba al tanto del interés que sentía Andrea por el capitan por el proyecto, pronunció esas palabras.-¿Como esta?
-Lo nuestro no iba a ningun lado... Se quiere vengar. Ten cuidado, ¿vale?
-No te preocupes... no me va ha pasar nada.
-No sé si conocía verdaderamente a Andrea. Pero quiero saber que pasó hace dos días. ¿quien me disparó?

Realmente Julia fue la culpable, pero sin querer.
Cuando fue a contarle toda la verdad, sonó su móvil. Le quitó el medidor del pulso.
-Perdona.-se apresuró a cogerlo.
-Nada.
Era un mensaje. No se lo podía creer. Era del mismísimo Philippe.
-¿Pasa algo?-preguntó Ricardo extrañado al ver la cara de Julia.
Era normal que le haya llegado el mensaje, pues no estaban solos en el mundo y había incluso cobertura, ¿pero de Philippe?? Eso era lo extraño. Recordó que le vio a Gamboa su reloj.No supo que contestarle a Ricardo...

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