miércoles, 28 de septiembre de 2011

Entrevista a Juanjo Artero (28 sept)


Juanjo Artero está en un gran momento profesional. Tras presentar la nueva temporada deEl Barco, que día a día aumenta en audiencias y en espectadores, ha estado en el festival de cine de San Sebastián presentando la películaNo habrá paz para malvados, protagonizada por José Coronado.
   Una carrera en la que él sabe que ha tenido suerte, es por ello, que tiene miedo de que sus hijos, que quieren seguir sus pasos, crean que esa misma suerte la van a tener ellos. Su hija, Carlota, de 13 años ya tiene claro que quiere actriz y que este mundo le llama la atención. Su orgulloso padre, confirma que tiene dotes.
   El que no tiene dotes para los negocios es el propio Artero. Intento abrir hace 8 años una casa rural y todavía no ha podido abrir. De hecho, después de tanto tiempo y dinero afirma que ya no tiene ganas de seguir con este proyecto.
- ¿Cuáles son las nuevas sorpresas que nos dará El Capitán en 'El Barco'? 
- Sorpresas tampoco va a haber. Él está muy enamorado y le van a entrar interferencias en el barco. El personaje de Belén Rueda, que acaba de llegar, se le ha muerto el marido y tiene un punto de conexión con El Capitán que es viudo.
- ¿Belén impresiona? 
- Sí, la verdad es que sí. Es una gran mujer, además de ser un pedazo de actriz. Es una mujer bellísima, está muy bien buscada. Pero, El Capitán está enamorado de Julia, aunque en la vida no todo es blanco o negro. Hay muchos colores y muchos tipos de relaciones.
- A lo largo de la temporada ¿Te irás ganando a Julia o habrá encuentros y desencuentros? 
- Habrá encuentros y desencuentros, pero ambos están muy colados el uno por el otro.
- ¿Seguirás siendo el que manda en El Barco o, como en la temporada pasada, Gamboa recuperará el poder del barco? 
- No, yo estaré al mando. Gamboa es que es muy malo, y el capitán quiso ser demasiado democrático. Pero en las películas y en las series el bien siempre acaba triunfando frente al mal. Tiene que haber conflictos, y Gamboa es un personaje perfecto para que los haya. A mí me encanta su papel.
- Lo de trabajar con tanta gente joven ¿a uno le da vitalidad? 
- Sí, yo creo que está bien. Una de las cosas buenas que tiene este trabajo, es que trabajas con gente de todas las edades. Lo que pasa es que todos estos jóvenes están llenos de experiencias, no son unos inexpertos, que es lo que me hubiera gustado para poder destacar. (Risas)
- ¿Cómo ha sido el cariño del público con este personaje? 
- Recibo mucho cariño, es curioso, además desde el primer día. Llevo haciendo televisión mucho tiempo, pero en los últimos años hacia un producto más dirigido a gente más mayor, de 24 a 60 años, y ahora he vuelto a meterme en un público más juvenil y de niños. Son más escandalosos y me piden más fotos, pero me encantan.
- Tus hijos entonces presumen de papá en el colegio... 
- No porque no les dejo. Pero a ellos les encanta. De hecho, tuve que esconder los guiones porque mi hija los leía y contaba cosas en el colegio. Y yo le decía para asustarla, Carlota que me pueden meter en la cárcel... (Risas) Tiene 12 años y está en la edad.
- Encima es fan de Mario Casas, ¿no? 
- Sí, sí, le encanta. Mario Casas y Piti (Javier Hernández).
- ¿Ya la has llevado a algún rodaje? 
- Sí, sí. Un ratito, porque el plató es complicado por dentro y no es muy seguro. También conoció el barco una vez que fuimos a Valencia toda la familia.
- ¿Vives en Madrid? 
- Vivo en toda España, pero la residencia la tengo allí, sí.
- Y mientras viajas por todos lados, estás montando en Ávila una casa rural... 
- Sí, ahora estoy con permisos y con líos. Llevo siete u ocho años con el proyecto adelante y ha sido mucho dinero el que me he dejado y aún no tengo ni el permiso. Cuándo me lo den, si es que me lo dan, no sé lo que haré. Pretendía que además de casa rural fuese un centro de formación, pero ya no sé si lo haré. Cuando salió el proyecto era otra cosa. Me han tomado el pelo como han querido y me han hecho pagar por todo, si lo llego a saber. Y es que ahora, me sale más barato comprarme un hotel que hayan abandonado y que me lo den hecho. Nada, no soy muy bueno para los negocios.
- ¿Tus hijos tienen también esa faceta interpretativa? 
- Sí, sí quieren y yo se las veo. La niña quiere ser actriz.
- ¿No te gusta eso? 
- Sí, pero no quiero que se equivoquen. Ellos han visto la parte más bonita y positiva de esta profesión. Cuando me voy, ellos no saben lo mucho que papá trabaja. Pero sí creo que tiene cualidades.
- ¿Tú recomendarías esta profesión a raíz de tus vivencias? 
- Yo no negaría nada. Me da miedo que se equivoquen pero les apoyaré en lo que quieran ser el día de mañana, y en lo que yo pueda ayudarles.
- ¿Eres buen capitán en tu casa? 
- Lo intento por lo menos, pero siempre hay algo que hace aguas por todos lados. Cuando está uno todo el día fuera... Pero lo intento.

Fuente: http://bit.ly/p9Q3NT

martes, 27 de septiembre de 2011

Rol, parte LXVII (por Silvia)

Horas después de la operación...
Postrado en una camilla algo sedado, cegado por la luz del sol que entraba a través de un ojo de buey de la enfermería horas después de haber sido intervenido quirúrgicamente Ricardo abrió los ojos y se quejó carraspeando por el agudo dolor proveniente de su abdomen, a su izquierda una mujer con una especie de sonda en el brazo le sonreía, todo apuntaba a que le había tenido que hacer una transfusión de sangre.
-¿Qué ha pasado? –preguntó casi en un susurro el Capitán.
-Casi llego tarde y perdiste mucha sangre, ha sido un milagro.
-¿Entonces te debo la vida? – dudando un poco por los últimos acontecimientos sucedidos en el Estrella.
-No, como doctora que soy es mi deber salvar vidas aunque para ti yo sea una mala persona que no merece ni el beneficio de la duda.
-Andrea gracias, me has salvado la vida y estoy agradecido por ello, pero yo velo por los intereses de mi tripulación y...
-Yo ahora soy de los malos porque si junto a mi inocente hijo y Julia no, Julia se pasea de rositas total...
-Julia también esta en periodo de duda sobre si podemos confiar en vosotros o no..., por cierto, ¿dónde está la señorita Wilson?
***
Recostada en su camarote, con un dolor de cabeza de impresión Julia le daba vueltas a que podía haberle pasado, hacia horas que nadie le iba a ver, le decía nada sobre el estado del Capitán... era verdad que se acababa de despertar del sueño precoz que le había entrado al despertar del desmayo pero... se levantó e intentó salir de su camarote, era inútil la habían encerrado con su propia llave, ahora no sabía como habría resuelto Salomé lo de la operación de Ricardo, si le pasara algo ella no se lo perdonaría nunca.
***
-Ah, me parece bien que este descansando en su camarote, Julia sufrió una recaída al operarme no se bien...
-Digamos que tiene pánino escénico, peor en este caso a operar... –sonriendo entre dientes.
-¿Cómo dices? – mirando inquisitivamente a Andrea.
-La doctora Wilson nunca había ejercido de médico hasta llegar al Estrella Polar y en apenas unos meses ha tenido más casos y de toda envergadura que cualquier médico de familia corriente, operar no es tan fácil así sin recursos, en un barco y encima si el Capitán quiere tener solo anestesia local...
-Pobre, ha estado sometida amucha presión, peor bueno ahora, contamos contigo, si es verdad que quieres el beneficio de la duda, ayuda con el trabajo de doctora en el Barco a Julia.
-¿Me daría esa oportunidad Capitán?
-¿Por qué no? Julia ya ha hecho demasiado, la vendrán bien unas vacaciones aunque sea con el mismo destino que en donde trabaja, pero vas a estar vigilada.
-¿Qué vas a hacer con Gamboa y Pablo?
-No puedo teneros retenidos así de por vida, por tanto os aislaré en cada respectivo camarote y me encargaré de que os vigilen; tú tendrás la libertad de ir a al enfermera y volver, los demás...no lo sé, esto tampoco es una cárcel.
-Yo solo te diré una cosa Ricardo, no soy una santa y a lo mejor los otros tres acusados tampoco, peor de quien te estés fiando de dicha información sea quien sea no es trigo limpio tarde o temprano cometerá un error y verás que ni mi hijo, Gamboa ni yo o incluso ni Wilson somos tan culpables como parece.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Rol, parte LXVI (por Noelia)

Salomé estaba nerviosa.Lo primero que hizo fue intentar reanimar a Julia,a ver si aún había esperanzas,pero al ver que Julia seguía inconsciente,intentó ponerla como pudo en la camilla de al lado,pero no lo conseguía.Ricardo,al ver la situación,intentó levantarse para ayudarla.
-Ricardo,estate quieto-ordenó la cocinera.
Al notar que el dolor aumentaba cuando se movía,decidió hacerle caso.Salomé cogió el walki que había cerca de la camilla.
-Julián,necesito que Burbuja venga un momento a la enfermería.Julia se ha desmayado y el capitán necesita ser operado-dijo.

En el puente de mandos
Roberto estaba preocupado por la tardanza del capitán,así que decidió ir a buscarlo para ver que pasaba.Bajó a la sala de máquinas,en donde pudo ver a Gamboa y Andrea juntos,y Pablo enfrente de ellos.Solo Pablo se dio cuenta de su presencia,al cual miró y sonrió.Decidió meterse en el papel de Burbuja,por si a caso,y preguntó:
-¿Habeis visto al capitán?-dijo mientras Gamboa y Andrea se giraban para verlo.
-Vino hace un momento para llevarse a Julia ya que estaba inconsciente-contestó Pablo
En ese momento apareció De la Cuadra en la sala.
-¡Burbuja!Salomé te necesita en la enfermería-dijo con prisas-Dijo que el capitán necesitaba ser operado y que Julia se desmayara-tan pronto como acabó,Julián se marchó por donde vino.
Roberto se quedó pensando en lo rápido que había pasado todo.Entonces,vió como Andrea se levantaba y se acercaba a él.
-Yo puedo ayudar con la operación del capitán.
Roberto no se fiaba de ella,pero sabía que él tampoco podría ser de gran ayuda.

Rol, parte LXV (por Shay)

Julia se encontraba al lado izquierdo de la camilla en la que estaba tumbado el capitán, y Salomé al lado derecho. Cogió una jeringuilla de su maletín, con anestesia, y se la fue a inyectar al capitán en la mano.
-No, Julia. Soy el capitán de este barco, en cualquier momento me pueden necesitar. No me pongas anestesia general, por favor.
-Pero, Ricardo...
-Te lo pido no como capitán, si no como compañero y ... amigo del Estrella Polar.
-Como quieras...-accedió la doctora.
Cambió la anestesia, poniendo local, e inyectándole la jeringuilla en el apéndice.
-Espero que no falle la anestesia...-murmuró Julia.
Cogió los utensilios necesarios y se los puso a mano. Comenzó a cortar la piel del capitán, y la sangre fluía lentamente.
-Buaj...-Salomé hizo una mueca.
-Muy bien, ahora no te muevas para nada, Ricardo.
Cuando terminó de rajarle buscó la apéndice, y lo suyo le costó encontrarla.
Fue a quitársela cuando las cosas se complicaron. Los ojos se le cerraban a Julia, ya vista se le nublaba... se iba a caer en redondo de un momento a otro...
"¿Sedante?"-pensó-"¿Quién me iba a querer dar un sedante? ¿Y por qué?"
-Julia...¡¡Julia!!-Salomé se acercó a ella rodeando la camilla.
-Salomé, tienes ... -dijo mareada-Tienes que quitarle la apéndice con eso...-señaló las tijeras de operación.
-No, ni hablar. Julia, yo no sé hacerlo.
-Salomé, me han sedado. No estoy en condiciones de...
-¿qué? Pero, ¿cómo que la han sedado?
-No lo sé. Por favor hazlo.
-Ah-el capitán se quejaba de dolor.
-No he puesto dosis suficiente de anestesia. Salomé, si no le cortas la apéndice, el capitán morirá de dolor.
-Pero... no estoy capacitada.
-Salomé, hazlo, porfavor-esta vez se lo pidió el capitan.
-Ustedes dos me van a disculpar...pero... es que no sé...yo no soy doctora como usted, Julia-Salomé temblaba.
La doctora se desmayó y cayó al suelo desplomada.
Salomé no sabía qué hacer. Estaba temblando... ¿Podría hacer de doctora por un día? ¿O tendría que llamar a alguien mejor? ¿A quién iba a llamar? Tenía que ayudar al capitán y a la doctora ella, allí y ahora.

Rol, parte LXIV (por Lidia)

Julia, no me dejes sólo-suplicó Ricardo, que se había tumbado en la camilla haciendo caso a Julia. La doctora Wilson había abierto la puerta del laboratiorio e iba a marcharse.
-Voy a pedirle a alguien que me ayude con la operación-contestó, acercandose a la camilla. Le cogió la mano-. No te preocupes, vuelvo en seguida. Todo va a salir bien-dijo dulcemente, sonriendo.
A Ricardo le costó un mundo soltarle la mano a Júlia. Finalmente, la dejo, con un suspiro. Se tocó donde le dolía y no pudo evitar encogerse sobre si mismo, retorcerse por el dolor. Pero por culpa de su siempre inoportuna torpeza, cayó de la camilla y impactó contra el suelo. Soltó un quejido. Y no fue capaz de levantarse, ni de moverse, a causa de los terribles dolores que le causaba el apéndice.
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Gamboa miró a Andrea. Ella terminó de explicar la situación y cortó. Volvió a esconderse el transmisor en el calcetín, bajo la atenta mirada de su cómplice.
-¿No és un poco incómodo?-se burló Gamboa, irónico.
-Lo que sea necesario por el bien del proyecto-contestó ella, con un deje de ira en su respuesta.
Se produjo un silencio incómodo entre ambos.
-Ricardo me ha dejado. Por Júlia Wilson-suspiró Andrea, feliz por poder sincerarse con alguien.
-¿Por... por Júlia?-se sorpendió Gamboa, un poco dolido. Ahora que no estaba Philippe, creía que alomejor podría tener alguna posibilidad con la Doctora, que siempre había sido su punto debil. Y encontes aparecía, tan increíblemente inoportuno, el atractivo capitán Ricardo Montero.
-Sí. Pero ya estoy tramando una vengaza para esos dos.
-¿Que venganza? Además, la culpa és del Capitán, Júlia no tiene nada que ver-intentó convencerla, preocupado por la doctora Wilson.
-La culpa és tanto de Ricardo, cómo de Júlia-insistió ella.
-Vale, como tu digas. Pero... ¿cual es esa venganza?
-Ya lo verás-sonrió Andrea, enigmática.
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-Júlia, tengo que confesarte algo-dijo Ricardo, mirando a Júlia fijamente a los ojos-. Te quiero.
-Yo también te quiero, Ricardo-contestó ella.
Doctora y Capitán se miraron, dulcemente. Se acercaron lentamente y se besaron. Fue un beso apasionado, que desafió todas la leyes de la gravedad e hizo que los dos flotaran por el cielo.
-¡Ricardo!-gritó Salomé, zarandeandolo.
Ricardo abrió los ojos. Seguía en el suelo, y ante él estaban Salomé y Julia, preparando todo el instrumental para la operación. "Era un sueño" pensó Ricardo.
-¿Como has acabado en el suelo?-preguntó Julia, ayudando a Salomé a llevarlo a la camilla.
-Me he caído-contestó él, mirando sus labios con anhelo.
-Pues vigila, hombre-dijo Salomé cariñosamente.
Salomé y Júlia se prepararon para la operación. Cinco minutos después todo estaba listo para empezar. Las dos se miraron.
-¿Lista, Salomé?
-¡Lista!
-Muy bien... ¡a operar!

Rol, parte LXIII (Por Miriam)

Julia: necesito que me ayudes – Le dijo a Pablo, mientras los demas seguian
distraidos.
Pablo escuchaba a Julia, con disimulo
Julia: Necesito contarle todo esto al capitan YA. Y para eso tengo que salir de
aqui sin levantar sospechas... y no podemos apretar el botón así, sin mas...
Pablo: Esta bién, yo te ayudare. Dime, ¿que tengo que hacer? – Respondió

En ese momento, el capitan y Roberto oyeron una llamada de emergencia
desde el Puente de mando.

Ricardo: ¿Que es eso? – Dijo confuso
Roberto: Viene de la sala de maquinas. Es como una alarma, por si hay algun
problema. ¡Hay que bajar!
Ricardo: Esta bien, quedate aquí, ya voy yo haber que esta passando.
Ricardo bajo corriendo, rezando para que no le hubiera passado nada a Julia.
Cuando llegó, vió a Pablo pidiendo ayuda, con Julia en sus brazos. Parecía
inconsciente.

Ricardo: ¿Que ha passado? – Dijo gritando nervioso, mientras miraba a Julia
Pablo: No lo se, de repente he visto que no me respondia y la he visto así –
Contesto preocupado

Ricardo la cogió en brazos, para llevarsela a la enfermería. Mientras corría, la
miraba, con tristeza y miedo.. ‘Julia te lo dije, si esque ya sabia que alli dentro
no estarias segura..’ decia, mientras unas lagrimas le resbalaban por su mejilla.
Julia estaba consciente, lo oía todo. Al oir esas palabras, no pudo evitar hacer
una pequeña sonrisa, mientras con disimulo, cerraba los ojos y agarraba fuerte
el cuello del capitán.

Llegaron a la enfermería, Ricardo tumbó a Julia en la camilla, mientras él, llorando,
daba pequeñas palmadas a Julia para que ella se despertara
Ricardo dejó de llorar, cuando vió que Julia abría los ojos, con una sonrisa en la
cara, ya que estaba perfectamente. Él, confuso, se quedo alucinando. Julia se
levanto de la camilla, le miró a los ojos, y simplemente sonrió. Pero el capitán no
hizo lo mismo, es mas, se empezó a poner nervioso, y algo furioso.

Ricardo: ¿pero se puede saber que esta pasando? ¿Ya esta? ¿Tan tranquila te
quedas?
Julia: Necesitaba hablar contigo urgente, y no se me ocurrió otra cosa que..
Ricardo (interrumpiendo a Julia): Pero bueno, y no se te ocurre otra forma de
poder hablar conmigo? ¡Julia lo he passado fatal! ¡Creía que estabas muerta!
– Dijo gritando, quitandose las lagrimas de los ojos.
Julia: Esta bien, tranquilo Ricardo, estoy bien! Perdoname, pero esque creo
que ha sido la mejor forma de salir de alli para no levantar sospechas.
Ricardo: Se tranquilizó, le sonrio y los dos se abrazaron.
Julia: Ricardo, es importante que me escuches. no debeis... De repente,
Ricardo se calló al suelo
Julia: ¿Ricardo estas bien? ¿Que te pasa? Dijo mientras le sostenía la cabeza
al capitan
Ricardo: Esque llevo unos dias con un dolor aqui... Dijo mientras se apretaba
la apendice.
Julia se asustó.
Esta bién, vamos, intenta levantarte y tumbate en la camilla – Dijo Julia,
preocupada, ayudando a levantar a Ricardo.

martes, 20 de septiembre de 2011

Fotos Escena Baile Julia-Ricardo (Cap.2x02)

Capturas de la escena del capítulo 2x02 títulado "El Oscuro Visitante" en la que Valeria quiere celebrar el cumpleaños de su madre y bailar y comer tarta y como sabe que su padre ya no tiene con quien bailar invita a Julia al baile. En la fiesta bailan Ricardo con Valeria en brazos y Julia, mientras Ainhoa prepara la tarta para servir, al final Ainhoa se va y Valeria se queda dormida y su padre la acuesta en el sofá y como la música sigue sonando Julia le invita a bailar con ella y juntos bailan de forma muy romántica y en un ambiente de complicidad y sonrisas.