jueves, 8 de septiembre de 2011

Rol, parte LXII (por Nago)

Necesito avisar a Ricardo y a los demás del peligro que corren- pensaba Julia muy nerviosa, viendo como Andrea y Gamboa seguían adelante con su malvado plan de avisar con el teléfono satélite a los miembros del proyecto presentes en el submarino.

Julia parece estar desesperada por conseguir avisar de los planes de Andrea-se decía a sí mismo Pablo viendo que en el rostro de Julia se reflejaba el miedo, la tristeza y la impotencia que sentía en ese momento.

Mientras en la cubierta del Estrella Polar y ajenos al peligro que les acechaba

Vosotros hacer una inmersión para controlar las profundidades de los alrededores-dijo Ricardo a Ulises y a Julián.

Una vez que les vio sumergirse, Ricardo volvió al puente de mando donde le esperaba Roberto, debían iniciar la peligrosa aventura que tanto tiempo llevaban planeando y que les iba a permitir demostrarles que no pensaban rendirse.

En la sala de máquinas

Siento alegría por saber vivo a Philippe y al recordar su último mensaje cuando me daba la oportunidad de salvarme, siempre se lo voy a agradecer y a recordarle con mucho cariño pero mis sentimientos han cambiado -pensaba Julia mientras de inmediato volvía a su mente la realidad.

Definitivamente algo tengo que hacer –se repetía constantemente pensando en cómo ayudar a Ricardo, el verdadero dueño de su corazón en ese momento, quien con su amor y ternura conseguía cada día hacerle sonreír y olvidar las difíciles circunstancias que les estaba tocando vivir, alguien con quien con sólo mirarle a los ojos y sentir su calor le hacía subir al cielo, y con quien deseaba con todas sus fuerzas pasar el resto de su vida.

Lo mejor que puedo hacer es seguir confiando en Pablo-se dijo Julia a sí misma mientras pensaba que no había otra opción, era imposible que ella sola pudiera lograr su objetivo.

Gracias a que la suerte estaba de su lado, Andrea todavía no había conseguido contactar y furiosa discutía con Gamboa sin percatarse de que Pablo había podido hablar con Julia
y contarle su única oportunidad de alertar al capitán y a la tripulación de los últimos acontecimientos.

En toda sala de máquinas existe un botón que en casos urgentes permite avisar al puente de mando con una luz parpadeante de la existencia de peligro en esta zona, sólo tenemos que encontrarlo-explicaba Pablo a Julia mientras vigilaba que su madre y Gamboa no se enteraran de nada.

Como la suerte no dura eternamente, Andrea consigue su propósito, aunque parece que algo de ella todavía les acompaña cuando Julia descubre que el ansiado botón está a su alcance y es capaz de pulsarlo sin levantar sospechas.

En ese momento en el Puente de Mando

Ya está todo listo-dice Roberto con bastante tranquilidad aún teniendo en cuenta lo que tenían que hacer.

De repente Ricardo reconoce de inmediato la señal luminosa que aparece a su lado parpadeando, no me he equivocado-dice mientras se disipan sus dudas acerca de Pablo y sonríe recordando a Julia y acariciando con fuerza la pulsera que ella le había regalado tiempo atrás.

2 comentarios:

  1. Del tirón me acabo de leer esta historia. Es increíble... muchas gracias por molestaros chicas, escribís muy bien y espero que sigáis en breves ;)

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