martes, 27 de septiembre de 2011

Rol, parte LXVII (por Silvia)

Horas después de la operación...
Postrado en una camilla algo sedado, cegado por la luz del sol que entraba a través de un ojo de buey de la enfermería horas después de haber sido intervenido quirúrgicamente Ricardo abrió los ojos y se quejó carraspeando por el agudo dolor proveniente de su abdomen, a su izquierda una mujer con una especie de sonda en el brazo le sonreía, todo apuntaba a que le había tenido que hacer una transfusión de sangre.
-¿Qué ha pasado? –preguntó casi en un susurro el Capitán.
-Casi llego tarde y perdiste mucha sangre, ha sido un milagro.
-¿Entonces te debo la vida? – dudando un poco por los últimos acontecimientos sucedidos en el Estrella.
-No, como doctora que soy es mi deber salvar vidas aunque para ti yo sea una mala persona que no merece ni el beneficio de la duda.
-Andrea gracias, me has salvado la vida y estoy agradecido por ello, pero yo velo por los intereses de mi tripulación y...
-Yo ahora soy de los malos porque si junto a mi inocente hijo y Julia no, Julia se pasea de rositas total...
-Julia también esta en periodo de duda sobre si podemos confiar en vosotros o no..., por cierto, ¿dónde está la señorita Wilson?
***
Recostada en su camarote, con un dolor de cabeza de impresión Julia le daba vueltas a que podía haberle pasado, hacia horas que nadie le iba a ver, le decía nada sobre el estado del Capitán... era verdad que se acababa de despertar del sueño precoz que le había entrado al despertar del desmayo pero... se levantó e intentó salir de su camarote, era inútil la habían encerrado con su propia llave, ahora no sabía como habría resuelto Salomé lo de la operación de Ricardo, si le pasara algo ella no se lo perdonaría nunca.
***
-Ah, me parece bien que este descansando en su camarote, Julia sufrió una recaída al operarme no se bien...
-Digamos que tiene pánino escénico, peor en este caso a operar... –sonriendo entre dientes.
-¿Cómo dices? – mirando inquisitivamente a Andrea.
-La doctora Wilson nunca había ejercido de médico hasta llegar al Estrella Polar y en apenas unos meses ha tenido más casos y de toda envergadura que cualquier médico de familia corriente, operar no es tan fácil así sin recursos, en un barco y encima si el Capitán quiere tener solo anestesia local...
-Pobre, ha estado sometida amucha presión, peor bueno ahora, contamos contigo, si es verdad que quieres el beneficio de la duda, ayuda con el trabajo de doctora en el Barco a Julia.
-¿Me daría esa oportunidad Capitán?
-¿Por qué no? Julia ya ha hecho demasiado, la vendrán bien unas vacaciones aunque sea con el mismo destino que en donde trabaja, pero vas a estar vigilada.
-¿Qué vas a hacer con Gamboa y Pablo?
-No puedo teneros retenidos así de por vida, por tanto os aislaré en cada respectivo camarote y me encargaré de que os vigilen; tú tendrás la libertad de ir a al enfermera y volver, los demás...no lo sé, esto tampoco es una cárcel.
-Yo solo te diré una cosa Ricardo, no soy una santa y a lo mejor los otros tres acusados tampoco, peor de quien te estés fiando de dicha información sea quien sea no es trigo limpio tarde o temprano cometerá un error y verás que ni mi hijo, Gamboa ni yo o incluso ni Wilson somos tan culpables como parece.

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