jueves, 28 de julio de 2011

Rol, parte XLVI (por Noelia)

-¿De dónde la has sacado?-preguntó Ricardo curioso
Julia no sabía que decirle.No le podía contar que había estado buscando la foto por toda la habitación mientras él no estaba.
-La encontré en el pasillo,delante de tu camarote.Seguro que se le cayó al dueño.
Ricardo se quedó pensativo,viendo la foto.
-¿De quién es la foto?-preguntó Julia para no levantar sospechas
-Eh...Es de Andrea...
Ricardo empezaba a comprender todo,y aquello que le había dicho aquel hombre hace tres meses,empezaba a tener sentido.
"No volverá a ser lo mismo.Ten esto en mento y las piezas del puzzle encajarán"
Aquel hombre seguramente sabía lo del proyecto,y tenía algo que ver con Andrea.
-Gracias Julia,gracias
-De nada...-dijo Julia
Ricardo se dirigió a su camarote,decidido.Abrió la puerta,y ya dentro vió a Andrea y a Valeria sentadas en la cama.
-¿Y entonces qué pasó?-preguntó Valeria
-Que el lobo sopló,sopló,y sopló,pero la casa no se derrumbaba.Pero el lobo tuvo una idea...
-Andrea,¿podemos hablar?-preguntó Ricardo con cara seria
-Si...Claro...-dijo Andrea
-Pero papá,Andrea me estaba contando un cuento-replicó Valeria
Ricardo no quería defraudar a su hija,pero no podía dejar que justo ahora le cogiera cariño.Justo ahora que se enterara de que si no fuera porque su mujer falleciera,ella habría acabado como mucha otra gente,muerta.
-Valeria,luego acabo de contartelo yo.Ahora,por favor,busca a Julia que hace poco estaba en el pasillo.
-Vale-dijo Valeria triste-Gracias Andrea por contarme un cuento
Valeria salió del camarote.Ricardo se sentó junto a Andrea.
-Ricardo...¿Qué me querías contar?-preguntó Andrea.
Ricardo suspiro.
-Andrea...-Ricardo sacó de su bolsillo la foto-Esta es la foto que vi,y que misteriosamente había desaparecido.
Andrea se quedó sin habla.
-¿Esa es la foto?¿Qué...qué pasa con esa foto?-preguntó Andrea intentando no saber nada del asunto
-¿Quién es el chico que está a tu lado?
Andrea empezó a llorar.Ricardo se extraño.
-Es...mi...hermano.Murió hace un año,en un accidente de tráfico-dijo Andrea secándose las lágrimas
Ricardo no se lo podía creer.Aquel hombre,que había visto hace tres meses,resulta que estaba muerto hace un año.Andrea le había mentido.
-Yo...lo siento,no lo sabía-intentó disculparse Ricardo
-No...no pasa nada,ya lo he superado...¿Dónde la has encontrado?
Ricardo no sabía si decirle la verdad,en ese momento no podía confiar en ella.
-Estaba en frente del camarote...

Rol, parte XLV (por Shay)

Después del plan tratado con Burbuja, el capitán se dispuso ha contarle todo a Julián, el primer oficial. Todo, menos que Burbuja tiene algo que ver. Eran las 12.30 de la noche y no podía dormir, asique se dispuso a ver a Julian en ese mismo momento. Salió de su camarote lo más sigilosamente posible para no despertar a su pequeña Valeria, más no lo consiguió.
-Papi, papi-la peque se había despertado.
Ricardo volvió a entrar y cerró despacio la puerta. Se acercó a la cama de la peque:
-¿Qué pasa, cariño?-la acarició el pelo.
-¿Donde vas tan tarde, papi?
-Es que no puedo dormir, voy a la cocina a por un vaso de leche. En seguida vuelvo, venga, a dormir-le dio un beso en la frente y la arropó como de costumbre.
La pequeña Valeria de dio media vuelta en la cama y Ricardo salió de nuevo a por el supuesto vaso de leche. Ya en el pasillo de las habitaciones, el capitán buscó el camarote del primer oficial. Supuso que no eran buenas horas para ir a contar lo ocurrido, pero no tenía más remedio. Ricardó tocó suavemente la puerta y rezó por no pillar a Julián con Salomé ahí dentro. Nadie le abría. Repitió el gesto.
-¿Pero se puede saber que gandul me está molestando a estas horas de la noche?-De La Cuadra abrió la puerta y se quedó boquiabierto-¡Capitán!-silencio-Lo de gandul era una broma...Ricardo, ya sabes... Pasa, pasa.
Ricardo entró en el camarote y tomó asiento en la cama del oficial.
-Perdóname,Julian, pero como capitán que soy del Estrella Polar tengo que contarte algo...
-¿Ha pasado algo? Ricardo, me estás asustando.-el primer oficial se sentó al lado del capitán.
-Sí, ha pasado algo. Lo inimaginable. Algo horrible, bueno, no tengo las palabras exactas...-Ricardo no sabía como explicar correctamente al primer oficial lo ocurrido.
Después de largas pausas y nerviosismos, el capitán optó por contarle la verdad de una vez y el plan tratado lo antes posible. El primer oficial se quedó de piedra, como era de esperar.
-¿Pero cómo vamos a entrar en un submarino sin que nos vean y encima alterar sus comunicaciones?-De La Cuadra hizo la misma pregunta que el capitán le habia hecho a Burbuja esa misma tarde.
-No tenemos que entrar en él, basta con encerrar a las personas que están con nosotros y son sus… espías.-explicó Ricardo lo que antes no entendía sin rebelar que la idea fue de Burbuja.
-¿Y qué vamos ha hacer primero?-Julián estaba dispuesto a ayudar al capitán.
-Tenemos que contar a los tripulantes la verdad sobre Gamboa, Andrea y...-le costó decir el nombre que tantas veces había rondado por su cabeza-Y...Julia.
-Vaya desilusión te debiste dar, Ricardo.
-En necesitaba sonsacarle información a Andrea... no se si me entiende Oficial...
-Pues hombre...-el capitán no le dejó terminar.
-Quisiera que le cuentes esto a tu hijo Ulises, pero por favor, con tacto, ¿vale? Ahora dispongo a descansar... si es posible.
-Capitán-De La Cuadra se puso firme
-Buenas noches, oficial.-salió del camarote de Julián.
Cuando iba caminando los pasillos en busca de la puerta de su camarote, una dulce voz hizo que reparara en seco y mirara hacia atrás.
-Capitán, tengo que contarle algo-era Julia que urgentemente debñia hablarle de algo.
Llevaba un corto camisón de gasa.
-No tengo nada que hablar con usted, doctora.-siguió su camino.
-Mire esto-el capitán se giró, y pudo observar la foto que vio dias antes.
Esa foto que Andrea le había ocultado. Por un motivo él volvió a tener esperanzas sobre la doctora Wilson.

Rol,parte XLIV (Por Leti)

Unas semanas después de todo lo ocurrido en el capítulo anterior…
Ricardo entró en su camarote con suavidad pese a que tenía bastante prisa. No quería ser molestado por nadie y por eso se aseguró en cerrar la puerta bien usando su llave.
- Ya pensaba que no llegarías…
- Me han entretenido – contestó Ricardo sin darle la mayor importancia al asunto.
- Ya, como siempre- se dio la vuelta y mostró su rostro, tan decidido como siempre cuando hablaba con Ricardo. Acto seguido se sentó en la silla que estaba enfrente de la mesa del escritorio- Será mejor sentarnos, nos llevará rato- dijo a Ricardo señalándole su silla habitual.
- Muy bien, ¿para qué tanta prisa por hacer esta reunión? – se rascó la frente, estaba cansado debido a la sucesión de acontecimientos de las últimas semanas. Mantener las apariencias era crucial- ¿Algo va mal?
- ¡Mal, dice!- su rostro se convirtió en una sonrisa divertida- ¿de verdad, crees que podemos ir a peor?
Ricardo también sonrió. La verdad es que llevar la situación a peor era bastante fácil. Tenían que andar con pies de plomo. Todo podía ir a peor, él lo sabía y su interlocutor también, solo que él no tenía la tranquilidad y el temple del otro. Para Ricardo todo era bastante reciente.
- Sabes de sobra que sí- contestó el capitán- Ten en cuenta que me ha costado hacerme a la idea de todo esto y, lo peor, mentir y hacer como si todo fuese normal.
- Es necesario, ya te lo dije en su momento- dijo interrumpiéndole. Estaba bastante harto de las dudas de su oficial superior pero lo veía normal, aquel no estaba acostumbrado a mentir, en cambio, él lo había hecho durante años para sobrevivir.- Tenemos demasiados enemigos en nuestras puertas, demasiados- su rostro se ensombreció, se levantó de la silla y quedó de espaldas al capitán, mirando por el ojo de buey que daba al exterior. Hacía una mañana preciosa, eso le traía demasiados recuerdos.
- Lo sé, pero tenemos todo bajo control… o eso me aseguraste la otra noche- Ricardo ya no sabía en quién confiar, confiaba en él, no ciegamente, porque ¿de verdad te podías fiar de alguien a quién también logró engañarle a él mismo? Realmente, no podía. Solo pensaba en sus hijas, en ellas y en el resto de chicos.
- Tenemos a Gamboa, que desde siempre ha intentado apoderarse del barco…
- Sí…- no le gustaba que le recordase eso precisamente.
- Como iba diciendo- continuó, girándose hacia Ricardo, y mostrando sus bonitos ojos azules a contraluz- tenemos a Gamboa, a Julia, a Andrea y vete tú a saber si su hijo está metido también en el proyecto.
- Ya te he dicho que Julia…
- No debes confiar en ella, ha jugado muy bien su papel- exclamó acercándose al escritorio y apoyándose en él.
- Aun así, me cuesta creerlo, aunque tengas razón- Ricardo solo sentía tristeza ante estas afirmaciones. Tristeza y enfado, por supuesto.- ¿Cuando los vamos a capturar o a interrogarlos? De alguna forma, ellos no saben que nosotros lo sabemos, tenemos que aprovechar esa ventaja.
- Tenemos que esperar- cruzó los brazos y dio un fuerte suspiro a la vez que puso su mano sobre el hombro de Ricardo intentando animarle.
- No me gusta estar con Andrea solo para sacarle información, no creo que pueda mantener mas esta situación…- dijo mirándole fijamente.
- No te he pedido que hagas nada, solo eso y, ni siquiera puedes hacerlo…- su voz sonaba irónica y divertida- ¡qué voy a hacer contigo!- Hizo una breve pausa y sonrió. Se levantó del escritorio y quitó el cuadro donde tenía escondidos los papeles que había enseñado a Ricardo semanas atrás. Abrió la carpetilla y buscó una página en concreto. Un mapa náutico con unas coordenadas específicas. Colocando los papeles delante de Ricardo le señaló el punto donde tenían que ir- Aquí es.
- ¿Estás seguro?
- Llevo trabajando años en esto. Lo estoy- dijo firmemente y sin parpadear siquiera- Pero antes, ya sabes lo que tenemos que hacer…
- Sí, tenemos que encontrar el submarino que nos está persiguiendo, entrar en él y dañar sus aparatos de seguimiento…- el otro le interrumpió continuando la frase.
- Dañar sus aparatos de seguimiento y sus ordenadores principales, para que nosotros podamos llegar a la plataforma sin que nos puedan rastrear y reunirnos con los demás- meneó la cabeza- Un plan sencillo- bromeó.
- Claro. ¿Era esto de lo que me ibas a hablar verdad?- el otro asintió- ya pensaba que no llegarías al fondo del asunto- Ricardo se levantó y hablando en susurros se colocó delante de él- Pero aun tenemos que “reclutar” a gente.
- Supongo que Ulises y Julián ya están dentro del saco, aunque nos falta convencerlos. No quiero que sepan nada de mí, ya lo sabes.
- Lo sé, yo haré de cerebro de la operación y a ti no te nombraré, seguirás pasando desapercibido, no te preocupes por eso.
Parecía que hacía dos días, y no semanas, cuando le contó toda la verdad acerca del proyecto, del proyecto Alejandría, y del otro grupo, que básicamente eran, en su mayoría, los científicos que se habían negado a continuar en él y a “matar” a toda la humanidad si salía mal. Aunque habían intentado que la puesta en marcha del acelerador de partículas no se llevase a cabo, no habían tenido otra posibilidad y no pudieron contenerla. Incluso cuando Roberto le contó que el novio de Julia, Philippe estaba con él, que ese era su contacto dentro del submarino y que había tenido que fingir y parecer de parte del proyecto Alejandría cuando en realidad estaba con Roberto y, por ende, con Ricardo.
- ¿Pero cómo vamos a entrar en un submarino sin que nos vean y encima alterar sus comunicaciones?- dijo Ricardo, ya que esa pregunta la llevaba pensando desde hacía tiempo.
- Pensándolo mejor, no tenemos que entrar en él, basta con deshacernos de las personas que están con nosotros y son sus… espías.
- Cuando hablas así, parece mentira que seas tú y, aunque sé que no lo dices enserio…- Roberto esbozó una media sonrisa y prosiguió.
- Ya sabes, que cuando decía “deshacernos” me refería a “confinarlos” en una habitación sin que salgan de ahí- Se acercó a la mesa de Ricardo y, cogiendo los papeles del proyecto, los volvió a guardar detrás del cuadro como si no hubiera pasado nada.- Y bueno, volviendo al tema, cuando antes he dicho “tenemos que esperar” me refería a esperar un par de días, tú sabes.
Ricardo no podía creer que en momentos así, siempre estuviese bromeando, siempre, como si todo se tratara de un juego de niños.
- Entonces, ¿por quién empezamos?- Ricardo no quería que dijese “Julia”, aunque ahora la odiaba profundamente, no podía evitar sentir simpatía hacia ella.- Nos va a ser difícil tener a la tripulación de nuestro lado sin decirles el porqué de lo que hacemos.
- Ya contaba con eso. Simplemente, les podemos contar una parte de la verdad – contestó tranquilamente y casi sin inmutarse. Pero siempre en susurros.
- Les contaremos la verdad sobra Gamboa y que Julia y Andrea le han estado ayudando…
- Exactamente- dijo sonriendo.
En ese momento alguien golpeó la puerta del camarote del capitán e intentó abrir. Viendo que no lo consiguió siguió llamando.
- Capitán, abra la puerta- dijo la inconfundible voz de Salomé- ¡Ricardo!
Ricardo hizo un gesto a Roberto para que se escondiera detrás de la puerta y, cuando este lo hizo, sacó la llave y abrió la puerta del camarote.
- ¿Ocurre algo?- preguntó Ricardo con cara de no haber roto un plato. Mantenía la mano firme sobre la puerta de forma que, aunque Salomé empujara para pasar, ésta no cediese y se abriese completamente.
Ante la pregunta de Ricardo, Salomé entornó los ojos.
- Estoy buscando a Burbuja, ¿le has visto?
- Mmm , creo que lo vi andando hacia la sala de máquinas, pero no me hagas mucho caso.
- Yo no sé lo que voy a hacer con él- dijo Salomé sonriendo y encaminándose hacia la salida de los dormitorios, lo más seguro, en busca de Burbuja.
Ricardo cerró la puerta, agachó un poco la barbilla y respiró profundamente.
- Deberías contárselo a Salomé, lo ha pasado muy mal por ti.
- Si no se lo cuento, es por su bien.
- Ya, pero alejar de ti a las personas a las quieres no es la mejor opción.
- Es las más segura para ellos- Burbuja no pudo evitar pensar en Mari Mar, a la que dejó años atrás para protegerla y así, alejarla de él y de todo lo que tuviera algo que ver con el proyecto. Ahora estaba muerta, como tantas otras personas.- B.. bbuue…nno, ss..ss..sserá m..mme..ejjor que mee vv..aya- dijo burbuja con su tartamudeo habitual.
- Entonces, mañana empezamos con el plan, intentando que la tripulación sepa lo menos posible- Ricardo se encaminó a su escritorio, pero no se sentó.
- Es mejor que esta noche hables con Julián y con Ulises. Pero recuerda, no cuentes nada más de lo necesario. Ya sabes que con Julia, Ulises tendrá… digamos… dificultades para aceptarlo. Pero no más de las que tuviste tú. Enséñale algunos papeles si es necesario. Pero solo los necesarios.
- Mañana los cogeremos a los cuatro y los encerraremos en la sala de máquinas y así…- Roberto le interrumpió.
- Es mejor tenerlos encerrados pero por separado, y también, interrogarlos por separado. Recuerda, siempre por separado- dijo, haciendo énfasis sobre todo en esta última frase.
Burbuja se acercó al picaporte y, haciendo un gesto de despedida a Ricardo, entreabrió la puerta, comprobó que no había nadie y salió por ella.

Parte XLIII (Por Paola)

Ricardo entró al laboratorio de la mano de la doctora; ella prácticamente lo había arrastrado hasta allí y no se habían soltado hasta que se encontraron solos. Julia cerró la puerta para que nadie pudiese escucharlos desde el pasillo y acto seguido fijó su mirada, muy seria, en el capitán. Ricardo tragó saliva antes de hablar.
-¿Qué ocurre, Julia? Me estás asustando. ¿Cómo está Gamboa? -Ella se acercó a la mesa y sacó el informe de Gamboa de un cajón antes de hablar.
-Está un poco débil, pero se pondrá bien. Y ese es precisamente el problema. Ha estado varios días a la deriva y herido, con la poca agua y comida que tenía a su disposición es imposible que llegase en tal estado. Debería estar prácticamente muerto.
Ricardo frunció el ceño ante las palabras de ella.
-¿Quieres decir que nos está mintiendo?
-Quiero decir que seguramente ha estado en otro barco, no hay otra explicación.
Antes de que Ricardo pudiese asimilarlo la puerta se abrió de golpe y una melena rizada se asomó por ella. Andrea se acercó rápidamente a Ricardo y se abrazó a su cintura.
-Cariño, ¿dónde estabas? Llevaba un rato buscándote. ¿Algo va mal?
Ricardo la rodeó con los brazos y lanzó una mirada de circunstancias a Julia, que ella entendió al momento: no quería que Andrea se enterase de nada.
-Sólo le estaba enseñando el informe de Gamboa al capitán para que viese que todo estaba bien, nada más. Ya hemos acabado.
La pareja salió del laboratorio dejando allí a la doctora sumida en sus pensamientos, pero cuando ésta fijó la mirada en la mujer que se alejaba agarrada del brazo del hombre que amaba se dio cuenta de que tenía algo que le sobresalía del bolsillo trasero del pantalón, una fotografía. Y su mente viajó en ese mismo instante a lo que había visto aquella mañana en el puente de mandos: Andrea y Ricardo discutiendo acerca de la existencia de una foto, que ella había negado. Julia no sabía cómo era esa foto, pero se apostaría lo que fuese a que se trataba de la misma fotografía que la mujer llevaba ahora en el bolsillo del pantalón. Nunca había confiado en ella, y desde que sabía que estaba metida en el Proyecto Alejandría lo hacía mucho menos. ¿Qué más escondería?
Sacudiendo la cabeza cogió los materiales necesarios para realizar curas de la enfermería y se dirigió escaleras arriba, hacia donde estaban los camarotes. Como cada noche antes de acostarse tenía que curar a Gamboa. Llamó suavemente a la puerta del camarote y una voz desde el otro lado la invitó a entrar. Nunca le había caído bien ese hombre, pero no le quedaba más remedio que atenderlo.
-¿Cómo te encuentras?
-Mejor, todo gracias a los cuidados de la doctora. -Gamboa sonrió de esa forma tan cínica que sólo él podía conseguir y Julia sintió como todos los vellos de su piel se ponían de punta. Lo conocía desde hacía meses, desde que comenzó el Proyecto Alejandría, pero no podía evitarlo.
Se limitó a realizar las curas en silencio y lo más rápido que podía para abandonar aquel camarote lo antes posible, pero cuando estaba recogiendo vio algo que le heló la sangre, algo que estaba segura que no había estado ahí antes de la desaparición de Gamboa pues lo hubiera visto. La muñeca de aquel hombre estaba rodeada por un reloj que ella conocía muy bien: era de Philippe. Ella misma se lo había regalado en una ocasión. Rápidamente su mente recordó lo que le había dicho momentos antes a Ricardo... Gamboa tenía que haber estado en otro barco. ¿Y si Philippe había estado allí con él? ¿Y si Philippe seguía... vivo?

Rol Parte XLII (por Elena)

Quince minutos después,en el camarote del capitán. Ricardo seguía pensando en la foto que hace horas había visto...habría soñado despierto. De pronto,llegó Valeria dando brincos de alegría acompañada de Ainhoa:
-Papá,¿a qué no sabes a quién he visto?-le dijo la niña.
-No.-el capitán negó con la cabeza.-Deja que piense...hum...¿a la doctora,a qué sí?-pensó,la niña sonrió.
-No,he visto a Andrea entrar al puente de mandos cuando iba a buscar a Ainhoa a su camarote.-tanto Ainhoa como Ricardo no entendían nada.
-¿Y eso qué tiene que ver?-preguntó su hermana mayor.
-Cariño,Andrea puede acceder a cualquier sala y más si tiene autorización pero¿por qué te extrañaste en verla?-intentó por enésima vez que sus hijas se llevaran bien con su novia.
-Valeria,Andrea es maja. Solo tienes que conocerla,cuando la conozcas la querrás como...no como una madre porque mamá solo hay una,¿me entiendes?-se agachó a la niña con cuidado para no caerse al suelo.
-¡¡Yo quiero que papá esté con Julia!!-protestó la niña yéndose del camarote de su padre.
-Papá ya se le pasará...Por cierto,¿qué tal con Andrea?-le preguntó mientras los dos veían como la pequeña salía del camarote,el capitán la miró.
-Muy bien hija,¿de verdad te cae bien Andrea o lo has dicho por decirlo?-Ricardo no se podía creer lo que había dicho su hija mayor pero de repente fueron interrumpidos por Julia.
-¡¡Muy buenas noches!!Ainhoa...Capitán tengo los resultados de los análisis de Gamboa.-intentó controlar sus sentimientos,tanto padre como hija no se dieron cuenta.
-¡¡Ya era hora!!pero casualmente iré mañana,Andrea no tardará nada en llegar y no quiero hacerla esperar.-desde que había llegado Gamboa,lo único que quería saber era su estado.
-¡¡No!!Venga ahora mismo,¿¿no quería que me diese prisa??-le cogió una mano,llevándoselo casi a la fuerza pero el capitán se paró en medio del pasillo.
-Mañana podrás llevarme a dónde tu quieras pero hoy no,que es muy tarde. Andrea debe estar a punto de llegar a mi camarote y no quiero hacerla esperar.-repitió por segunda vez.
-He visto '' a tu mujer'' entrar al puente de mandos. Tardará en subir al camarote,vamos ven conmigo. No tardaremos nada,si quieres puedo ir al laboratorio y traer el expediente de Gamboa para que veas con tus propios ojos que tiene que descansar...solo era eso.-se lo dijo en caliente.¿Qué se pensaba él que tendría celos de una hija de su madre??Ja,ja.

Cinco minutos después...
-¿Y Ricardo??-preguntó Andrea al ver que el camarote de su novio estaba totalmente vacío.
De repente apareció Burbuja,con un aire despistado. Andrea lo llamó:
-¿El capitán dónde está y sus hijas?-volvió a preguntar.
-Ainhoa y Valeria están en la cocina hablando con Salomé...ya sabe con la cocinera y el capitán con Julia,me los encontré hace unos cinco minutos.-respondió dejando unas cajas de madera.-Creo que la doctora Wilson me dijo algo como que iban a mirar el expediente de Gamboa.-añadió,Andrea se quedó pensativa.

Rol,parte XLI (Por Silvia)

En la popa de El Estrella Polar una mujer miraba maravillada el esplendor del sol al atardecer, era tan romántico y le traía tan buenos recuerdos...como cuando Philippe se la declaró y le pidió irse a vivir juntos...Philippe, ¿estaría vivo? No lo sabía y tampoco quería pensar en él, aun recordaba como esa mujer le pidió que enamorase a Ricardo, su marido...era ilógico pero ahora... no es que lo hubiese echo obligada sino que estaba realmente enamorada pero era inútil él había elegido, y muy mal, Andrea nunca le había caído bien y desde que sabía que formaba parte del proyecto menos... Suspirando, ondeó el viento su larga melena castaña haciendo mella de la brisa marinera que la hizo estremecer, y con delicadeza entre las madejas, cuerdas y redes que había en cubierta se decidió a entrar, era tarde y mañana tendría que madrugar como de costumbre. Abrió la puerta que daba al interior y le pareció oír voces del puente de mandos, era tarde para que el capitán estuviese allí así que pensó que sería algún alumno liando alguna, se dirigió allí y...

-Ya te lo he dicho cariño, no se d que foto me hablas...- medio gritando.
-La he visto, esta mañana, en el cajón –sonaba sincero.
-A si que ¿has revuelto en mis cosas? –haciéndose la indignada.
-No, estaba abierto y...
-Mira, no pongas excusas, no se de que foto me hablas, ya ves que hemos revuelto todo y no he encontrado ¡esa dichosa foto! Ricardo, estás muy raro... es tarde voy a dormir, ¿o no puedo dormir en tu camarote?
-Si, si tienes razón... yo.. lo habré soñado y ya – quedándose algo confundido.
-Claro que si amor –acercándose y dándole un beso en los labios.

Desde fuera una doctora Wilson escondida no dejaba de decir en su mente palabras indescifrables en francés, ingles o lo que fuese.

Será guarra la tía esta... ostias que viene; corriendo a esconderse detrás de la barra del club.

Andrea salió del puente de mandos con una sonrisa malévola en la boca. Tras los concurridos pasillos del barco, llegó a las bodegas, miró que nadie la siguiese y entró.

-¿Te ha costado convencerle? – con una voz ronca.
-Él sabe lo que ha visto, me costó confundirlo, pero creo que está enamorado de mí y...– sentándose al lado del individuo.
-Hay que ser precavidos con esas cosas Andrea, un clavo fuera de su sitio y...
-Descuida, un fallo lo tiene cualquiera. Además mi hermano está fuera de esto desde hace mucho... –riéndose.
-Si, nos costó pero había que eliminarle, dentro del proyecto no se puede andar con chorradas de si esto esta mal o bien.
-Por mi parte no volverá a pasar nada que me ponga en evidencia Ernesto, lo juro –mirándolo fijamente - Estás demasiado tenso... ¿por qué no...? –acercándosele y susurrándole al oído.
-NO, estoy ocupado.
-Siempre ella...estoy cansado Ernesto, ¿qué tiene Wilson que no tenga yo?
-No es eso...
Ya claro... se muy bien que si sigue viva es por el inútil de Philippe y por ti. Ella no tendría que haber sobrevivido, su puesto era de María.
-Yo me encargué de que María no diese explicaciones... ahora estará bajo agua en un maletero de un coche.
-La salvas la vida a esa payasa y así nos lo agradece, casi estuvo apunto de contar lo que sabe.
-No hablará, estoy seguro, confió en ella.
-Solo dime una cosa, ¿cuándo les vistes, les comentaste que Julia estaba en el Estrella y viva?
-No, me hubiese muerto de verdad en esa lancha si llego a hablar.
-Amigo, yo solo se que un error se paga con la muerte y tu ya has hecho dos.
-¿Dos? –mirando perspicaz a Andrea sin saber a que se refería, con “dos”.
-Salvar la vida a la payasa de la doctora Wilson y enamorarte de ella cuando sabes que está loca por Philippe.
-No te equivoques Andrea, yo creo que de quien está loca es de tu noviecito...

Rol,parte XL (Por Noelia)

A la mañana siguiente
Ricardo despertó a la misma hora que siempre,alarmado por el despertador.Palpó la derecha de su cama,buscando encontrarse a Andrea aún dormida,pero no estaba.
-¿Andrea?-preguntó entre susurros para no despertar a Valeria
Silencio.Nadie contestó,y el capitán se preocupó sobre el paradero de Andrea,ya que ella solía levantarse despues de el.
Pensó que quizá fuera a la cocina,tal vez porque tenía hambre.No le dió mucha importancia,y decidió seguir con su día habitual.
Despues de comprobar de que Valeria si que estaba,y que aún dormía,se dispuso a vestirse.
Como cada mañana,mientras se vestía,pensaba un poco en lo que pasaría ahora,despues de que se acabara el mundo.
"¿Por qué nosotros?" "¿Por qué no otro barco?" Eran las típicas preguntas que se hacía.Aun que,seguramente si hubiera sido otro barco,cualquiera se lo preguntaría.
Mientras se abrochaba el pantalón,se fijó en que había un cajón abierto en la mesilla que estaba a la derecha de la cama.De él sobresalía un trozo de papel,tal vez una foto.Curioso,decidió ver de que se trataba.Era una foto,tal como imaginaba.En ella salían dos personas.Un hombre y una mujer sentados en un banco.La mujer era guapa,joven,una sonrisa perfecta,oos marrones,y pelo rizado,atado con una coleta.Estaba seguro de que era Andrea en sus años de juventud,poco antes de que se conocieran.El chico se parecía a ella,pero se notaba que era un poco más mayor.¿Sería el padre de Pablo?Quien sabe,pensó.Entonces,se fijo en una cicatriz que llevaba en la mejilla.Aquella cicatriz la conocía...
FLASHBACK de Ricardo
TRES MESES ANTES
Ricardo ya había preparado sus cosas para el viaje,y estaba hablando con Valeria.
-Será poco tiempo,¿vale?Te prometo que te traeré un regalo-dijo intentando hacerla sonreir
-¿Seguro?-dijo Valeria aún triste
-Pues claro.¿Te acuerdas del regalo que te traje el año pasado?
-Si-dijo Valeria sonriendo-¡Mi osito!
-¿Y a que te gustó?Pues este año te traeré algo mejor,¿vale?Venga alegra esa cara-dijo haciéndole cosquillas mientras Valeria se reía
-¡Papá!-llamó Ainhoa desde el comedor-¡Te llaman!
Ricardo dejo a Valeria en su cama,y se dirigió al comedor para atender la llamada.Ainhoa le pasó la llamada y se fué a su habitación.
-¿Quién es?
-Oye,tengo que decirte algo muy importante.Tu no me conoces,pero yo si que te conozco.Quedamos en el parque que hay en frente de tu casa.Te espero a las diez de la noche junto a los contenedores.Por favor,ven,es muy importante lo que te tengo que decir.
Ricardo no tuvo tiempo a decirle nada,pues ya colgara.Echo un vistazo a la habitación de las niñas,y vió como Ainhoa jugaba con Valeria.¿Quien sería aquella persona que le había llamado?¿Y que sería aquello tan importante que le tendría que decir?Decidió que iría,pero no dejaría a las niñas solas.Por una noche Marisa podría quedar con las niñas,en vez de ir a esas cenas nocturnas que siempre tenía con sus amigas.
A las 10 de la noche
Le había comentado a Marisa sobre la opción de quedar con las niñas aquella noche,pero Marisa había puesto la excusa de que aquella cena era la más importante de todas,por lo que decidió llevarmelas con el.No quería cometer el riesgo de que dejarlas solas en casa por si les pasaba algo.Llegó puntual,a las diez de la noche,y vió que había un hombre junto a los contenedores.Era alto,moreno,y tenía una cicatriz en su mejilla derecha.El hombre se percató de la llegada de Ricardo y se dirigió a él.
-Eres tu,pero no vienes solo-dijo el hombre hablando muy rápido-Yo os conozco.Tu eres Ainhoa,¿verdad?Y tu eres la pequeña Valeria,si,¡yo os conozco!-el hombre parecía que estaba un poco loco
-¿Quien es usted?-preguntó Ricardo
-Eso no lo puedes saber.No,no,no.Solo puedes saber una cosa,pero tus hijas no lo pueden saber.
-Valeria,Ainhoa,id al parque y jugad allí un poco-dijo sin dejar de mirar al hombre
-Papá,tengo miedo-dijo Valeria asustada
-Valeria,papá tiene que hablar con este señor,¿vale?
Valeria asintió,y se fue con Ainhoa al parque.Ricardo se quedó solo con aquel hombre.
-¡Ya estamos solos!Y ahora,escúchame bien,¡escúchame!Esto que te voy a decir es muy importante,y no se lo puedes decir a nadie,¿vale?-Ricardo asintió-Esto no volverá a ser lo mismo,¿vale?Ten esto en mente,no volverá a ser lo mismo.Yo te conozco,y conozco a tus hijas,pero no volverá a ser lo mismo,¿vale?
-¿Que dices?¿Lo que no volverá a ser lo mismo?
-No te puedo decir nada más,¿vale?No volverá a ser lo mismo.Ten esto en mento y las piezas del puzzle encajarán-dijo saltando
El hombre se marchó corriendo hacia el parque y le dió un susto a Valeria.Valeria empezó a llorar,y Ricardo fue junto a ellas y las llevó a casa.Estaba claro que aquel hombre no estaba bien de la cabeza,por lo que no le dió mucha importancia a lo que dijo
FIN DE FLASHBACK

Rol,parte XXXIX (Por Shay)

2 Días después .
Julia estaba en la cama, intentando conciliar el sueño. Eran las 3 de la madrugada, y no dejaba de pensar en lo que haria cuando tuviera que madrugar y verse de nuevo con el capitán. Desde que reapareció misteriosamente Gamboa, ella se había distanciado de todos. Incluyendo Ricardo, y su hija pequeña, a la que le habia cojido mucho cariño. Derramó una lágrima. Dio media vuelta en la cama. El recuerdo de aquella noche de tormenta no la dejaba tranquila. Sentía un remordimiento de conciencia. Y eso que la más engañada en ese proyecto era ella.
FLASHBACK de Julia
OCHO MESES ANTES.
Salió de aquella sala un poco asustada por todo lo que había escuchado del proyecto del acelerador de particulas y demás cosas. Ella Confiaba en Philippe, pero los demás no le transmitian mucha confianza. Se disponía a volver a su casa. Pero ya nada era como antes.
Había una tormenta muy fuerte, los relámpagos iluminaban toda la ciudad y los truenos se escuchaban por todos los rincones. Caminó por la mojada acera, sin paraguas, empapándose.
A lo lejos una voz reparó en la doctora.
-¡Doctora Wilson!-nunca antes había escuchado aquella voz.
Julia se dio la vuelta y pudo ver el rostro de una mujer. A simple vista, no observó nada más. Supuso que allí, de noche, y en ese momento, ella sería la "Doctora Wilson" a la que se refiria aquella mujer. Asique retrocedió y se acercó a la misteriosa. Ésta rápidamente se dio la vuelta cubriendose el rostro. Julia solo percibía que era de estatura media y llevaba la melena mas clara que oscura y un poco rizada, tal vez por aquella tormenta escandalosa.
-Perdone-se atrevió a decir la doctora-¿Con "Doctora Wilson" se referia a mi, verdad?
-¿Quién, si no?
-¿Pero quien es usted? ¿Porque no se deja ver la cara?-la rodeó intentando verla el rostro que ocultaba bajo las sombras de aquella noche oscura y tormentosa.
-No le voy a decir quien soy, señorita Wilson.-su voz sonaba muy segura.
-Entonces no quiero perder el tiempo. Tengo un poco de frío y me gustaría llegar a casa lo antes posible.-Julia se dio la vuelta para andar.
Dio dos pasos cuando paró de nuevo.
-¿Ya sabes de qué va todo el proyecto, verdad?
A Julia se le paró el corazón.
-No sé de que me está hablando-no quiso decir nada.
-Soy una de las principales creadoras de este proyecto. No tienes que preocuparte.
-¿Y cómo sé que dice la verdad?-quiso saber la doctora.
-Simplemente quiero darte una nueva "misión". Si puedes considerarlo así.
-¿"misión"? ¿De que va usted?
-Hay un problema que nos rodea. Si queremos que todo salga bien en esos meses de navegantes en el barco Estrella Polar, necesito que te ocupes de algo.. más bien, de alguien.
-Dígamelo de una vez.
-Se trata de mi propio marido. Se llama Ricardo. Es el capitán. Y lo único que tienes que hacer con él, es quitarnoslo del medio. Que no se entrometa.
-¡No soy una asesina!-lo primero que pensó es que la mandaron matarle.
-No quiero que le mates. Ni mucho menos. Tiene que estar vivo...y comiendo de tu mano.
-¿Qué?...
-¡Si, hija,si! Lo tienes que enamorar, seducir, engatusar. Como quieras llamarlo. Pero que solo se fíe de ti.
Julia no entendia nada que tenia que ver el capitán del Estrella Polar con el acelerador de partículas, etc.
-Y...si es su marido, ¿Porqué no se encarga usted de "enamorarlo"?-la doctora estaba cada vez más perdida.
-Porque él pensará que estoy muerta. Ese es el plan.
-No entiendo mucho...
-Con que entiendas lo que te acabo de explicar me basta.-la desconocida echó a andar.
-¡Oiga! Solo una cosa más: Dígame su nombre. ¿Cómo se llama? ¡Oiga!
La mujer del capitán del Estrella Polar desapareció entre las penumbras de aquella noche.
Julia corrió hacia su casa, sin entender mucho de que iba aquella mujer que salio y se fue de la nada.
FIN DE FLASHBACK
-Marisa...-murmuraba ella sola-Aquella mujer se llama Marisa. Es la esposa de Ricardo. La que supuestamente está hecha cenizas...-iba ordenando poco a poco las piezas de aquel rompecabezas.
Lo único que tenía claro era que no queria seguir engañando al capitán. Que lo que había vivido con él fue de corazón, y no por aquella simple "misión".

martes, 19 de julio de 2011

Rol, parte XXXVIII (por Miriam)

Ya llevaban un día sin encontrar a Gamboa, no sabían nada de él, ni si quiera
si estaba vivo o muerto, y eso a Júlia le empezaba a preocupar. No sabía qué
hacer… Quizás lo mejor sería explicárselo todo al capitán para que pudiera
ayudarla, después de la desaparición de Gamboa sentía que estaba sola y que
ella era la única que cargaba con todo eso.

Julia estaba estirada en su cama, pensando. De repente, se abrió la puerta y
apareció Andrea, sonriéndole. Julia le dio permiso para pasar.

Andrea: Julia, tengo que hablar contigo, es muy importante
Julia: Está bien. ¿Qué pasa? – Dijo algo extrañada, empezándose a preocupar
por si sería algo de la relación que tenía ella con Ricardo.
Andrea: No puedes contarle nada al capitán – Dijo ella, seriamente.
Julia: ¿De qué me hablas?
Andrea: Sabes perfectamente de que te hablo. Sé que estás algo asustada por
la desaparición de Gamboa, pero me tienes a mí. No puedes decir nada sobre
el proyecto del acelerador de partículas, ¿me entiendes? Si no, lo pondrías
todo en peligro, tu solita.

Julia se quedó paralizada. Andrea también formaba parte del acelerador de
partículas, ¡y ella sin saberlo! Además, Julia se asustó un poco… Andrea se
había puesto más seria de lo normal, incluso daba miedo.

2 DIAS DESPUÉS…

Gamboa estaba tumbado en la camilla de la enfermería. Al parecer ya se había
recuperado, y se encontraba mejor. Julia estaba a su lado, mirándolo fijamente,
muy extrañada. ¿Dónde había ido durante esos días? ¿Por qué estaba tan
bien, si después de haber estado días perdido en alta mar debería sentirse
débil? ¿Y la comida y el agua, de dónde habían salido? No tenía ni idea,
y empezaba a sospechar un poco…

De repente, Gamboa se levanto de la camilla, observó a Julia, se levanto y se
puso delante de ella, mirándola a los ojos.

Julia: No entiendo nada. ¿Que se supone que tengo que hacer yo ahora?
Gamboa: Nada, no tienes que hacer nada.
Julia: ¿Dónde has estado? ¿De dónde has sacado la comida? ¿Cómo has
vuelto?
Gamboa: Escúchame Julia, todos tenemos nuestros secretos. Tú tranquila, ya
estoy aquí.
Julia: Deberíamos contárselo todo al capitán…
Gamboa: ¡No! Eso nunca. De momento guardaremos nuestro secreto.

Julia estaba muy confundida. ¿Qué más daba explicárselo al capitán, si ellos
eran los únicos supervivientes? Tarde o temprano tendrían que explicarlo, tarde
o temprano el capitán haría preguntas, y ellos, sólo ellos, tienen las respuestas.

Rol, parte XXXVII (por Nago)

-Valeria necesita atención médica-dijo Andrea mirando a Julia.

-Vosotros buscar a Gamboa por todo el Estrella y notificarme si le encontrais o si realmente ha desaparecido-ordenó Ricardo a Ulises y a Julián.

- Nosotros vamos a la enfermeria para ver qué le ha ocurrido a Valeria- dijo Ricardo, y en un acto instintivo agarró a Julia de la mano.Cuando salían por la puerta, de repente, se dio cuenta de lo que estaba haciendo y soltó apresuradamente la mano de Julia y viendo que Andrea no les seguía, dijo en voz alta – Ven con nosotros, te necesito a mi lado-provocando con sus palabras, la cara y la cruz en los sentimientos de ambas mujeres, en las que se dibujaba la mayor de las sonrisas y una gran tristeza, aunque muy bien oculta tras una falsa sonrisa.

Al llegar a la enfermeria vieron a Valeria encima de la camilla y acompañada por Burbuja, el cuál, al verles llegar decidió ir a ayudar a Ulises y al primer oficial con la busqueda de Gamboa.

Mientras la doctora curaba a Valeria, que tenía una brecha en la frente, de la que salía bastante sangre todavía y una mano con una quemadura, aunque por suerte no de gravedad,Ricardo se quedó mirando la escena- Me gustaría tanto poder cumplir el sueño de Valeria-pensó , pero se repetía sin cesar que lo olvidase, que no era posible.

-Andrea también estaba atenta a la escena-pensaba en las últimas palabras de Ricardo en el camarote pero también en que por mucho que lo intentara ocultar, sus ojos brillaban mirándola. -Con tiempo, conseguiré que los ojos de ambos brillen por mí y no por ella-se dijo.

Cuando Julia terminó de curar a Valeria, la niña le dio un un beso y un abrazo muy fuertes y con un – Te quiero mucho-se despidió dejando a su padre y a Andrea con la boca abierta -Gracias doctora-dijo el capitán y se marchó de allí cogiendo a Andrea por la cintura.

-Lo hemos buscado por todas partes y no aparece-dijeron Ulises y Julián cuando vieron que Ricardo entraba en el puente de mando.

Mientras en la enfermería

Es tan cariñosa conmigo,la quiero tanto-pensaba- y al mismo tiempo intentaba repetirse que ella es una científica con una misión importante y que debía olvidarlo.

-Julia,se ha confirmado,Gamboa está desaparecido-decía Ulises mientra entraba . -No, no puede ser, no es posible que pueda…-pensaba Julia en voz alta con mezcla de miedo y tranquilidad en su cara.-Abrazame por favor, le pidió a Ulises.

A pocas millas del Estrella Polar

Por un pasillo estrecho aparecía otro de los tripulantes más importantes para poder mantener el Proyecto Alejandría bajo control-Gamboa ya está bien, sólo necesita reposo –dijo Philippe.

-Me ha contado que tus hijas están preciosas-le dijo a Marisa

-Estarán bien cuidadas, supongo-le dijo Marisa -Si,por supuesto, ya te dije que con Julia en el barco no habria problema, es tan inocente, buena y cariñosa como una niña-contestó Philippe.

-Ahora, sin la presencia de Gamboa habrá que buscar la manera de seguir controlándola porque con su carácter, no me extrañaría que no pueda más y le cuente toda la verdad a tu marido,sería un desastre-le dijo el capitán a Marisa cuando Philippe se alejaba.

Rol, parte XXXVI (por Leti)

- Tic, tic, tic… tic, tic tic
Como cada mañana, escuchó el sonido insoportable del pequeño despertador que le había regalado su marido hacía años y que tenía encima de la mesita de noche, si es que eso se podía llamar mesita. Lo apagó dándole en el botón exacto pero tras unos tanteos previos, ya que la habitación estaba a oscuras. Se separó su cabello y lo peinó con ambas manos en la medida en que pudo antes de quitar la fina sábana que recubría su cuerpo y sentarse en su pequeña cama. Una cama al principio incómoda y extraña pero de la que estaba acostumbrada tras largos meses en los que había dormido allí.
No le gustaba su habitación, pero no podía quejarse, habían otros que estaban peor que ella, que tenían que dormir en habitaciones compartidas por unas 5 personas. Sonrió. No podía evitar pensar en el hecho de la suerte que tenía, sí, ella estaba viva y mucha gente no.
A estas alturas, la convivencia se había vuelto tediosa. Cada vez aguantaba menos entablar una conversación con cualquier persona de la nave, con cualquiera, incluso con el capitán o con los oficiales que eran amigos suyos. Y era más que razonable que se sintiera así, eran 50 personas abordo. Habían tenido mucha suerte, mucha. Suerte mezclada con la planificación sobre la marcha y la que ya estaba preparada desde hacía años.
Se colocó sus zapatos y se incorporó de su cama. Cogió su reloj de pulsera de la mesita y, mientras se lo colocaba, dio unos pasos hacía el aseo de su camarote. Se miró al espejo. Su cara, antaño más alegre y vivaracha, ahora lucía pálida y con incipientes ojeras. La situación era muy cómica, de hecho no le importaba mucho aquel cambio, todo era por un bien mayor. Después de peinarse y asearse, entre otras muchas cosas, salió del aseo y recogió sus notas junto con su ordenador. Después se terminó de vestir y, justo cuando ya casi se disponía a salir, alguien tocó la puerta de su habitación con cuatro golpes apresurados (toc, toc, toc, toc).
- Señora, el capitán la está esperando en la sala de operaciones- dijo un marinero joven que en cuanto vio que ella contestaba afirmativamente con un gesto de cabeza se marchó con prisa por donde vino.
Salió de su camarote, atravesó varios pasillos con paso lento mientras esquivaba a marineros y oficiales que iban en sentido contrario. En unos minutos, ya había llegado. Se sentó en su sitio y comprobó los parámetros químicos habituales.
- Marisa, hemos comprobado el sonar, y estaba en lo cierto. Estamos a menos de 5 millas del Estrella Polar- le dijo el capitán lleno de júbilo- Nuestro plan sigue su curso. Pero tengo una buena noticia que darle.
- Usted dirá- contestó Marisa condescendiente.
- Han herido a Gamboa, lo hemos recogido.

Mientras tanto, en el Estrella Polar
Julia entró torpemente junto a Ulises en el camarote del capitán y abrió la puerta. Dentro estaba Julián y él.
-Gamboa, ha desaparecido- dijo Julia asustada.
En ese momento llegó Andrea, para saber qué ocurría y buscando a Julia y a Ricardo, ya que Valeria se había hecho daño en la sala de máquinas.

Rol, parte XXXV (por Ele)

Mientras Andrea llevaba las pertenencias al camarote de Ricardo,el capitán había reunido a sus dos hijas para contarles ''las últimas novedades''
-Pápa,¿por qué no paras de estarte quieto y nos cuentas qué demonios está pasando?-Ricardo no podía estar ni un sólo momento quieto y eso es lo que le ponía más nerviosa.
-¡¡Eso pápa!!.-la niña coincidió con su hermana mayor.
-No es fácil lo que os voy a decir...antes de todo quiero que sepáis que siempre voy a tener a vuestra madre en mi corazón,nunca la voy a olvidar.Ella siempre será mi primer y único amor.-decía Ricardo sentándose a un lado de la cama,enfrente de sus hijas.
-¡¡Al grano pápa!!-cada segundo que pasaba,Ainhoa se ponía más histérica.
-Hijas he estado pensando en mi futuro...en nuestro futuro.Ainhoa tu estás con Gamboa,casi tienes tu vida hecha y no sé por qué me ha venido la idea de que quiero tener pareja.¡¡Quiero formar otra vez una familia!!-suspiró,lo dijo finalmente.
-¿¿CON QUIÉN??-las dos Montero preguntaron.
-Con...una persona que ambas conocéis desde hace poco,se llama...-Ricardo empezó a contestar pero la pequeña Valeria le interrumpió.
-Con Julia,¿a qué sí papito?-la niña estaba ilusionada.
-No,con Andrea.-lo negó con la cabeza,la niña le miró sorprendida.
-¡¡Pero sí me habías dicho que la querías...!!Yo quiero que Julia sea mi máma y no esa...-la hija menor del capitán protestó,su padre se acercó más a ella.
-Valeria,¿no te cae bien Andrea?Pero si es muy maja,además que tiene un hijo de la misma edad que Ainhoa.Os llevaréis bien los tres.-intentó convencerla.
-Pápa creo que esta vez tiene toda la razón Valeria.-intervinó Ainhoa.-No te conviene para nada la nueva,vale que me caiga bien pero de ahí a que sea ''mi madre''hay un gran paso,madre solo hay una.Si tu quieres estar con ella...allá tú pero¿de verdad quieres estar ''con esa''?-añadió,esas últimas palabra hizo que Ricardo reflexionase.
-''¿Sí quiero estar con ella??''Claro que quiero estar con ella.-por supuesto que no quería estar con ella pero sabía a la perfección que le convenía,además Julia estaba con el hijo de su mejor amigo.

Rol, parte XXXIV (por Silvia)

Al día siguiente...
Por el pasillo bien temprano, aún todo el mundo dormía, Julia algo disgustada por su actitud de adolescente inmadura está decidida a hablarlo con el Capitán que supone estará durmiendo placidamente cuando de repente se lo encuentra en el pasillo.
-Ricardo, buenos días, andaba buscándote – Julia radiante de felicidad.
-Si, yo también Julia, tenemos que hablar – Ricardo algo más serio que ella.
-Si, si exactamente eso pensaba yo, ¿vamos al club para estar más cómodos? –tocándose un mechón de pelo.
-No, no descuida, aquí mismo estamos bien – sin cavilar.
-Como quieras, pero empieza tú Ricardo –algo confusa por la sobriedad del capitán.
-Está bien, yo quería hablarte de Andrea, ya no hace falta que compartáis camarote, es muy injusto que tú y tu pareja no podáis dormir juntos por ella y... – siendo cortado por Julia a mitad.
-No, no si yo... – sin poder continuar al proseguir su discurso Ricardo.
-Y el caso es que he pensado que puede dormir en mi camarote a fin de cuentas ella y yo tenemos algo por así decirlo, aun no es oficial pero... digamos que siendo los últimos supervivientes del mundo un simple beso es más que nada y he decidido empezar con ella una relación –siendo tajante al final sin dejarse impresionar por la cara de Julia al escuchar la noticia.
-¿Cómo? – sin entender nada quedándose boquiabierta.
-No se alegra doctora, ¡el barco está llenándose de parejas! – ironizando.
-Si, claro, felicidades Capitán, me alegro mucho por vosotros... – fingiendo alegría con una falsa sonría que escondía sus verdaderos deseos de llorar, lo había echado todo a perder.
-Bien, en ese caso, dime que tenías que decirme rápido por favor que me gustaría comunicarle a Andrea esto cuanto antes.
-No, nada era una tontería, ya se me ha olvidado, me voy al laboratorio que tengo trabajo – desganada en su contestación.
-Perfecto, que tenga buen día Julia... –viendo como cabizbaja el amor de su vida de alejaba pero no podía hacer otra cosa, a fin y al cabo Andrea era muy atractiva, simpática, una gran amiga y además su hijo pensaba que ambos estaban juntos y... no, no podía decepcionarlo bastante mal lo había pasado toda su vida porque el desgraciado de su padre era un patán que día si y día también estaba borracho por las esquinas algo que Pablo no sabía mejor que pensase que murió con honores.

Minutos después en el camarote de Julia Wilson...
-Entonces, ¿quieres intentarlo Ricardo? Julia no...
-Andrea entre Julia y yo nunca ha habido nada ni lo habrá, ella es feliz con su polizón y yo quiero empezar a serlo contigo y que junto a Ainoa, Valeria y por supuesto Pablo seamos una familia.
-Entonces no tengo más dudas, ahora mismo recojo mis cuatro pertenencias para irme a vivir a tu camarote cariño – depositando un lento y apasionado beso en los labios de Ricardo.

lunes, 18 de julio de 2011

Fotos Escena Julia apunta con una pistola al Capitán

Capturas de la escena del capítulo 1x01 titulado "Un millón de millas" en la que Julia entra en el puente de mando para conseguir que Ricardo mantenga las coordenadas del Barco y al no lograrlo le apunta con la pistola.