domingo, 7 de agosto de 2011

Rol,parte XLVIV (Por Miriam)

Julia: Ricardo, espera. Yo no puedo ir así, llevo unos pelos... Mejor me cambio,
ahora vengo. Espérame en cubierta.
Ricardo: Julia no hace falta, si tú... tú estas perfecta siempre – Se quedaron
mirando durante unos pocos segundos, Julia sonrió.
Julia: No tardo nada.
Ricardo le hizo caso, se fue a cubierta y se quedó el mar.

Al cabo de unos minutos, una mujer con un vestido de color gris que le llegaba
más o menos por las rodillas y con un pelo ondulado castaño perfecto
miraba a Ricardo. Éste se giró, y al verla se quedó alucinado.

Ricardo: Julia... estas... estas preciosa.
Julia sonrió. Los dos se quedaron mirando el mar y empezaron a conversar, no
pararon de hablar en ningún momento. Hablaban de distintas cosas; de cómo
eran sus vidas en tierra, de su comida favorita, de programas, peliculas,
novelas, y algunas anécdotas que acababan con pequeñas carcajadas. Luego
Ricardo fue a buscar algo para tomar, cogió un par de cervezas y las llevó a
cubierta.

Ricardo: Bueno, ¿qué te parece si hacemos un brindis?
Julia: ¿Por tí? -Dijo Júlia mientras levantaba la botella.
Ricardo: (algo confuso) ¿Por mí? ¿Por qué?
Julia: Por hacerme reír tanto esta noche –Dijo Julia, poniéndose roja.
Ricardo: No Julia, gracias a ti por todo.
En ese momento, Ricardo, movió su mano y sin querer la puso encima de la de
Julia.

Entonces, el que se puso rojo fue Ricardo. Se quedaron unos pocos
segundos mirándose fijamente a los ojos, mientras sonreían.
Ricardo: (apartando la mirada) Perdóname... – Dijo mientras quitaba su mano
encima de la de Julia.
Julia: ¿Por qué? – Dijo extrañada
Ricardo: Por poner mi mano encima de la tuya...
Julia no se lo creía. ¿Le estaba pidiendo perdón por poner la mano encima de la
suya?

Ricardo: Me ha gustado mucho estar contigo esta noche, pero antes de que te
vayas, quiero decirte algo muy importante, por eso te he dicho antes que
necesitaba hablar contigo.
Julia: Esta bien, ¿qué pasa?
Ricardo: Voy a ser sincero contigo. Empiezo a pensar que tanto Gamboa como
Andrea no son trigo limpio, tengo la sensación de que ocultan cosas muy
gordas… (Dijo poniéndose serio) Y…. necesito saber que tú no eres como ellos.
Julia se quedó callada durante unos momentos, hasta que reaccionó
Julia: ¿Puedo pedirte algo?
Ricardo (confundido): Claro…
Julia: Hay cosas que no te puedo decir… Solo te pido que confíes en mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario