lunes, 30 de mayo de 2011

Rol, parte XVIII (por Leti)

Ricardo tenía que recoger unos papeles y por eso volvió al puente de mandos, siguió andando por el pasillo enfrascado en sus pensamientos y sin fijarse muy bien en lo que podría haber visto desde metros de distancia a través del ventanal. Pero cuando llegó y abrió la puerta acristalada, ya era demasiado tarde. Había pillado a Julia y a Ulises a punto de volver a besarse. A Julia, la mujer de la que estaba enamorado desde hacía semanas.
- Ups, lo siento, de verdad – dijo Ricardo a la vez que pasaba dentro. Se sentía en una situación incomodísima y le hubiera gustado no encontrárselos a los dos ahí, o por lo mejos, no con Ulises. Se acercó a la mesa y buscó los papeles, pero no los encontró. Lo más seguro es que los tuviera Julián.
- Nosotros ya nos íbamos- dijo Julia rápidamente para salvar la situación, no sin tener las mejillas sonrosadas. Cogió a Ulises de la mano y salieron del puente de mandos.

Horas más tarde, Ricardo quería decirle lo que sentía a Julia, pero ella estaba con Ulises, y ante todo, él quería que fuera feliz, con él o sin él. Y ella ya había elegido. Salió de su camarote y se aseguró de que la puerta estuviera bien cerrada para evitar posibles intrusiones de Gamboa, que era de los pocos del barco de los que no se fiaba en absoluto. Avanzó un poco y se situó en la puerta del camarote de la doctora y, cuando estaba a punto de llamar a la puerta, escuchó unos ruiditos de dentro. Julia estaba llorando. Sin poder contenerse, llamó a la puerta rápidamente con unos golpes secos. Ella tardó un poco en abrir y, cuando lo hizo, se notaba que había estado llorando y secado sus lágrimas para disimular que lo estaba pasando mal.
- Julia, ¡qué te ocurre!- Julia se apartó un poco de la puerta pero sin dejarle sitio para pasar. Estaba claro que ella no quería que Ricardo entrase.
- No me pasa nada- Julia esbozó una media sonrisa para dar a entender que estaba perfectamente, pero a Ricardo no le convencía en absoluto.
- Juliaaa…- Ricardo la miró de forma insistente- ¿me dejas pasar y lo hablamos?- ella dudó durante unos segundos, y él pensó que le soltaría otra negativa, pero al final accedió a que entrara dentro.

Una vez dentro, Julia le dijo que se sentara y, como solo estaba su cama o su silla del escritorio, Ricardo acabó sentándose en la cama junto a ella.
- ¿Me va a contar qué es lo que le tiene tan preocupada?- dijo Ricardo con un poco de vergüenza porque no estaba muy seguro de que ella se fuese a sincerar con él.
- Es por Ulises- soltó Julia, a la vez que se puso a llorar.

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