martes, 18 de octubre de 2011

Rol, parte LXXII (Por Miriam)

Dos días después....

Todos los tripulantes estaban sentados en fila, observando a Phillipe y a
 
sus dos compañeros. Se había organizado un juicio para ponerse de acuerdo
 
entre toda la tripulación y ver si se podrían quedar los nuevos tripulantes o
 
de lo contrario les echaban en una balsa a la deriva.

Phillipe se había recuperado perfectamente. Sentado en una silla, en medio
 
de la sala, sintiéndose algo incómodo y observado por los demas tripulantes,
 
miraba intensamente a Julia. La había echado mucho de menos y ahora volvía
 
a verla, tan guapa, tan perfecta, tan Julia, era como siempre, con esa sonrisa
 
que le encantaba, su personalidad, su forma de ser...pero era tarde la había
 
perdido, fue un error fingir su muerte con ella, y era algo irreparable ahora.

Ricardo, mientras escuchaba las opiniones de los tripulantes del Estrella Polar
 
pensaba en la cena con Julia. Le había encantado, y se moría de ganas de poder
 
repetirla. Pero al darse cuenta que Phillipe, el novio de Julia, había vuelto... Se
 
dió por vencido. Estaba triste y desanimado. Había pasado dos días pensando,
 
reflexionando, haciendose pequeñas ‘paranoias’ a sí mismo y no llegaba aninguna
 
conclusión, si por el fuese tiraba al Phillipe de lso demonios y aus compañeritos por
 
la borda pero mezclar su rango con los sentimientos no era lo correcto.

Ulises: Yo creo que debemos darles una oportunidad.
Ricardo: No sabemos como han aparecido hasta el estrella, así, sin mas...
Palomares: Capitán, ellos tambien son supervivientes, y creo que deveríamos estar
 
contentos al saber que hay mas gente viva, que no somos los únicos.
Ulises: Palomares tiene razón, capitán. Creo que deberiamos acogerles.
Palomares sonrió. Ricardo tuvo que aceptar y acogieron a los franceses y a Phillip
 
eso si, primero durante un periodo de prueba en que se les tendría vigilados a ver si
 
eran de fiar, no sabía porque, no se creía que estuvieran ahi porque si, por Julia.. y
 
tampoco le gustaba como Andrea miraba a Phillipe y los otros dos.

***

Julia, desesperada y muy confusa, le contó a Salomé todo lo que le estaba pasando,
 
necesitaba desahogarse. Le dijo lo que realmente sentía, ya que había estado toda
 
la noche pensando y había llegado a una conclusión. Había amado con todas sus fuerzas
 
a Phillipe, pero para ella estaba muerto y ahora... ahora estaba segura de lo que sentía
 
por Ricardo, y por una vez que ambos estaban dispuestos no iba a perder la oportunidad.
 
Salomé radiante de felicidad le aconsejó diciendola lo que Julia quería escuchar; cualquier
 
decisión que tomara, a ella le parecería bien pero era su vida y sus sentimientos hacía Ricardo
eran sinceros, y los de él hacia ella tambien, tenía derecho a darse una oportunidad.

Ricardo llegó a su habitación después del juicio. Se sentó en su cama, y luego se estiró.
 
En su cabeza solo existía Julia, la doctora Wilson. No podía quitársela de sus pensamientos. Estaba desesperado. ¿Qué tenía que hacer? ¿Cuáll era el siguiente paso?

De pronto, llamaron a la puerta de su camarote.

Ricardo, se levantó con lentitud y con algo de cansancio, hasta que abrió la puerta y
 
vió a la doctora.

Julia: Hola – Dijo sonriendo
Ricardo: Hola – Contestó
Julia: ¿Puedo pasar?
 

Ricardo: Claro, claro. Pasa – Le dijo mientras le abría la puerta y se apartaba de ella para dejar pasar a Julia.

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