sábado, 8 de octubre de 2011

Rol, parte LXXI (por Nago)

En ese momento Ricardo sintió como si le clavaran un puñal en el corazón.

Lo que más deseo en el mundo es poder disfrutar de la compañía de Julia, la necesito casi como respirar-le decía a Julián mientras pensaba en lo que suponía ese nombre.

No entiendo nada Ricardo, quién es ese Philippe, que tiene que ver con Julia con él?-preguntaba Julián con cara de asombro.

Sólo sé que Philippe es el antiguo novio de Julia, al que ella creía muerto tras producirse el cataclismo-le mintió Ricardo mientras recordaba todo lo que Roberto le había contado y que por mucho que quisiera no podía revelar por su propia supervivencia.

No sé cómo asimilar esto, seguramente he perdido para siempre a la que sin duda alguna es el segundo amor de mi vida y que para Valeria significa su referente materno-le decía a Julián triste y pensativo.

No estoy en condiciones de ir a la enfermería, no podría soportarlo, ve tú y ayuda a Julia en lo que necesite-le dijo a Julián mientras unas lágrimas empezaban a asomar en su rostro.

Mientras tanto en la enfermería

Los franceses seguían sin permitir que Andrea se acercara a la camilla donde se encontraba Philippe todavía inconsciente.

Ya viene tu ángel-dijo Andrea irónicamente cuando vio que entraba Julia por la puerta.

Podéis esperar fuera, no puede haber tanta gente en la enfermería, no es bueno para el paciente-dijo Julia mientras sacaba a Andrea y a los franceses al pasillo y cerraba la puerta.

Julia asustada consiguió reanimarlo y comenzó a examinar la herida para realizar las curas necesarias.

Julia, qué haces aquí?, qué ha pasado?-preguntó Philippe nada más despertar.

Tranquilo, estamos en la enfermería del Estrella Polar, te han herido y has perdido la consciencia en la barca mientras regresabais y tus compañeros han preferido traerte de vuelta ya que en estas condiciones no podíais regresar al barco sin levantar sospechas-le intentaba explicar Julia.

En ese momento llegaba Julián a la enfermería. Puedo pasar?-le preguntó a Julia mientras miraba con curiosidad a la camilla donde se encontraba Philippe.

Pasa-le contestó Julia sorprendida por su presencia cuando esperaba la de Ricardo.

Julia se sintió entre la espada y la pared, por un lado observaba a Philippe tendido en la camilla pero por suerte ya a salvo y sin complicaciones y por otro sabía que la ausencia de Ricardo se debía a que había recordado quién es Philippe y estaría pensando que lo suyo ya no era posible.

Lo que he sentido horas atrás en la cena no es fingido, deseaba besar a Ricardo con todas mis fuerzas-se decía Julia mientras miraba a Philippe e intentaba aclarar sus sentimientos que estaban bastante alborotados en ese momento.

Cuando termine aquí, pasaré por el camarote del capitán para informarle de lo sucedido-le dijo a Julián esperando que él se diera cuenta de que era un mensaje en clave para Ricardo.

Cuando Julián se marchó, Julia quiso mantener una conversación con Philippe, estaba feliz de que estuviera vivo y a salvo y todavía permanecía cierto rastro de sus sentimientos por él en su interior, pero mezclados con los recuerdos de que tenía muchas cosas que explicarle acerca de su implicación en lo sucedido y de que aunque fuera obligado y por el bien de ella misma,no había sido capaz de decirle muchas cosas que le hubieran evitado muchos momentos de dolor, al creerle muerto y al sentirse plenamente culpable de su implicación inconsciente en el cataclismo y desaparición del mundo.

Mientras en el camarote del Capitán

Ricardo seguía dando vueltas a la idea de perder a Julia cuando por fin y después de tanto tiempo había conseguido acercarse más íntimamente a ella.

No puedo perderla, no puedo perderla –se repetía a sí mismo con la cara llorosa, intentando calmarse y pensando que aunque por supuesto que lucharía por ella, no tendría la más mínima oportunidad, él sabía bien lo que significaba un primer amor.

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