sábado, 7 de enero de 2012

Rol, parte XC (por Nago)

En el camarote del capitán y ajenos a lo que acababa de ocurrir tan cerca suyo, seguían durmiendo plácidamente, abrazados y con unas sonrisas tan profundas que incluso se diría que iluminaban la habitación, Ricardo y Julia, a los que las primeras luces del amanecer les deparaban una sorpresa que de seguro les resultaría tan desagradable como inesperada.

En el resto de camarotes, se respiraba la misma paz y tranquilidad, todos necesitaban descansar después de haber disfrutado plenamente de la fiesta, sin duda, el día elegido para recordarles al capitán Montero y a Julia su existencia, había resultado el ideal.

Al despuntar las primeras luces del Alba, volvió la vida a los diferentes camarotes del Estrella, se notaba que había sido una noche diferente, les costaba dejar las sabanas más que de costumbre.

Era una situación especialmente evidente en el camarote del Capitán en el que éste y Julia tras despertarse, se encontraban inmersos en su mundo de caricias y besos, cada vez más apasionados, y todavía no se habían dado cuenta de la ausencia de Valeria.

Toc,Toc-llamó alguien a la puerta del camarote haciéndoles regresar al mundo real.

Adelante-Contestó Ricardo, todavía con dificultad para separarse de Julia.

Buenos días parecen no?-dijo Julián,enrojeciendo a la pareja.

Venía para decirte que Ulises y yo hemos estado ya en el puente de mando haciendo las revisiones necesarias y no ha habido incidencias nocturnas-decía Julián sin saber lo erróneas que eran sus palabras.

Qué tal está Ulises, hay algún avance? – Preguntó Ricardo con mucho interés, sabía lo preocupado que estaba su amigo con la amnesia de Ulises.

No, la verdad es que todo sigue igual, pero poco a poco recordará, de eso me encargo yo-Contestó Julián resignado y triste por los últimos acontecimientos ocurridos a sus seres más queridos, Ulises y Salomé.

Se despidieron y Julián salió del camarote.

Voy a despertar a Valeria y mientras jugáis un rato en la cama, me ducho- dijo Ricardo con gran felicidad, le encantaba ver lo mucho que Valeria quería a Julia.

Perfecto-dijo Julia terminando de desperezarse para disfrutar de la risueña carita de Valeria al despertarse.

En ese momento, Ricardo pegó un grito sobresaltando a Julia.

Qué pasa?-Preguntó Julia con cara de susto.

Valeria no está en su cama-Contestó Ricardo clavando su mirada en la de Julia mientras le recorría un escalofrío por todo el cuerpo–Sabía que ambos estaban temiendo lo peor tras la desaparición de Salomé…

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