sábado, 7 de abril de 2012

Rol, Parte C (Por Noemi)

La sonora alarma continuaba emitiendo sonido. Víctor se encargó de traladar a Philippe hasta dentro de la nave y llevarlo a unos de los cuartos, donde guardaban material confidencial.
Víctor suspiró, después de dejar el cuerpo desmayado de Philippe. Lo que más le hubiera apetecido en el mundo era irse con Julia y los demás, porque sabía que eran una familía, una familía de verdad, que cuando uno tenía un problema, el problema se hacía de todos e intentaban solucionarlo.
En todos los años que llevaba Víctor con el proyecto, no había notado ni el más mínimo cariño por parte de sus jefes. El único aprecio que tenía era el de Julia y Philippe, porque cuando todavía eran pareja, quedaban de vez en cuando para tomar unas copas.

Víctor salió apresuradamente para apagar la alarma, aunque ya era demasiado tarde, cuando llegó al botón, se dio de frente contra Tom.

-¿Qué haces Víctor? -protestó Tom cortándole el paso
-Iba a apagar la alarma, he revisado y no hay ningún peligro...debe ser un fallo técnico.

Sin decir más, Tom le propinó un enorme puñetazo en el abdomen, que lo dejó en el suelo y seguidamente, decenas de patadas sobre la misma zona.

-¿Qué te crees que me chupo el dedo? ¡JULIA NO ESTÁ!
-¿Y yo que culpa tengo?

Tom sonrió maliciosamente

-Vamos Víctor, sabes perfectamente que el jefe te había ordenado matarla, ¿y tú que hiciste? , aprovechas que eran las 5:00 y liberarla cuando el submarino saliera a la superficie. -mientras decía esto, Tom reflexionó.
Un momento, si acaba de salir, Julia no puede nadar tan rápido, ¡aún ha posibilidades!, avisaré a Philippe y tú, te quedas con el jefe.

Víctor sujetó la pierna de Tom.

-Tú no te vas a ningún sitio

Tom se volvió bruscamente y le propinó otra patada, pero esta vez, en la boca, lo que provocó una fuerte hemorragia en la nariz y como consiguiente, el desmayo de Víctor.
Víctor sabía que había llegado su hora. Cuando despertara, estaría todo perdido, pero al menos, tendría el recuerdo de haber salvado más que a una persona, a una gran familia.






Julia permanecia abrazada fuertemente al torso de Ricardo. No se había separado ni un milímetro desde que lo había visto, pues creía firmemente que jamás le volvería a ver, y lo más importante, que jamás haría todas las cosas que le faltaban por hacer juntos y en familia.

Gamboa contemplaba la escena desde el otro lado de la lancha, con cara de pocos amigos.

A pesar de que Ricardo lo habia percibido, hizo caso omiso de Gamboa y de todos los hombres que le acompañaban, le apartó delicadamente el pelo del rostro de la doctora y le besó en la frente.
-No sabes cuánto miedo he pasado Ricardo...-pronunció Julia sollozando

-shhhh-respondió Ricardo colocandole el dedo índice sobre los labios- ya ha pasado todo...cariño
Julia volvió a abrazar a Ricardo.

-¿Y Víctor? Víctor se ha jugad...perdón, se está jugando la vida por mí...tenemos que hacer algo...no lo podemos dejar ahí...volvamos por favor!

-Julia, el submarino ya se ha sumergido, pero te prometo, que está noche no dormiré, para idear un plan para traerlo al Estrella....le tengo que agradecer muchas cosas.

Julia miró emocionada a Ricardo y sin decir nada más, se acercó y besó sus dulces labios lentamente, disfrutando de cada milésima de segundo que había perdido anteriormente.
Ricardo rodeó con sus brazos la cintura de Julia, y le correspondió el beso, siguiéndolo con múltiples caricias correspondidas por una Julia, que se sentía la mujer más afortunada del mundo en esos momentos.

Las luces del Estrella Polar se veían en el horizonte de nuevo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario