viernes, 13 de abril de 2012

Rol Parte CI (Por Lidia 2)

Julia aun no podía creer que estuviera de vuelta, sin duda las ultimas horas habían sido un calvario para ella, y a pesar de las torturas, las amenazas y los intentos de asesinato, de los que había sido víctima, todo aquello había dejado de cobrar importancia, estaba en casa, en el lugar al que por fin podía llamar hogar, y lo mas importante, había recuperado a su familia, y por encima de todas las cosas, había recuperado a su verdadero amor, Ricardo Montero.

La tripulación salio a cubierta tan pronto como divisaron la lancha, sin duda, el regreso de Julia era un gran motivo para celebrar en el Estrella, y es que todos la habían echado mucho en falta, sin duda, Julia, era la única persona del Estrella que con una sonrisa podía encandilar a todo el mundo antes de desayunar, y aunque el comienzo hubiera sido difícil para todos, realmente se habían convertido en una familia. No es de extrañar, por tanto, que los tripulantes de aquella pequeña embarcación se vieran vitoreados en cuanto tocaron la cubierta del velero.

Sin embargo, Julia se encontraba muy lejos de allí, en ese instante, su mente no podía dejar de pensar en Víctor, contra todo pronostico se había arriesgado por ella, le había salvado la vida y ella lo había dejado allí tirado, de no ser porque Ricardo le había prometido que lo rescatarían, ya hubiera dado ella misma la vuelta, pero si de algo estaba segura, era de que Ricardo Montero no prometía sin estar seguro de que podría cumplirlo. Lo que ninguno se esperaba, es que quizás tuvieran menos tiempo del esperado, y es que a unas cuantas millas de allí, Víctor, recibía el precio de ayudar a escapar al inocente, y que él, hubiera demostrado tener sentimientos, no significaba que Tom o el resto de integrantes de la corporación fueran a ser igual de compasivos.

-¡Víctor!-Gritaba un histérico Tom que entraba en la habitación con el pelo aún mojado por la incesante búsqueda de Julia que había llevado a cabo.-No hemos encontrado a Julia.-

Víctor en ese preciso instante trago saliva aliviado al comprender que Julia había logrado escapar y que al fin tendría la oportunidad de ser feliz.

-Te vas a arrepentir de esto.-Le aseguró al tiempo que algunas de las personas mas retorcidas que había a bordo de la embarcación entraban en la estancia, y no con intención de darle los buenos días.-

Julia seguía tumbada en la misma posición que hacia horas, no podía dejar de pensar en lo que Víctor había hecho por ella, a su lado, Ricardo no paraba de reflexionar sobre como ayudar al hombre que le había devuelto la fe en Dios, mientras reflexionaba, sus brazos protectores se posaban en los hombros de Julia, a los que ofrecían un abrazo silencioso, pero que mostraban todos los sentimientos que en su corazón albergaba por ella.

-Julia, no se me ocurre nada.-Dijo un abatido capitán.-

-Ricardo, tenemos que pensar en algo.-Le contesto una susurrante doctora.-

-Te prometo que lo salvaremos y lo traeremos de vuelta al Estrella.-Volvió a confirmar el capitán.-Si te lo he prometido es porque se que es importante para ti, y yo te amo con todo mi ser Julia, y seria capaz de bajarte las estrellas del cielo si eso te hiciera feliz.-

-Yo también te amo Ricardo, con todo mi corazón.-Y se inclino dulcemente para besarlo, volver a notar el contacto con sus labios le producían un millar de sentimientos reencontrados que durante el tiempo que habían permanecido separados había temido perder para siempre.-Gracias por ser mi héroe.-

-Nunca dejaría sufrir a mi princesa.-

-¿Que haremos ahora?-Dijo una voz con un fuerte acento a su interlocutor

-No os preocupéis, es hora de que entre en acción, nadie sospecha de mi, además desde el barco será mas fácil controlar todos sus movimientos, os aseguro que Julia se entregará sola, en el fondo su mayor debilidad es el amor, y siempre lo ha sido, es demasiado sentimental, nunca fue capaz de dejar a un lado los sentimientos y eso siempre fue un problema para nosotros, os aseguro que en cuanto vea el sufrimiento de aquellos a los que ama se entregará, y entonces colaborará, el Proyecto Alejandría seguirá adelante por encima de quien sea.-Y tras colgar el teléfono se permitió a si mismo un pequeño momento de regodeo pensando en la brillante idea que acaba de tener, complicada de ejecutar, sin duda, pero ofrecería grandes resultados, y por encima de todo, haría sufrir a la señorita Wilson como nunca antes lo había hecho. Y si algo tenía claro a estas alturas es que su dolor, era su felicidad.-

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